Camino ¿se vislumbra el final?

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||

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La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), continúa temerosa «ante la creciente evidencia del riesgo de perder la batalla contra el hambre». Una y otra vez discuten los expertos de la FAO, de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), y de tantas otras organizaciones e instituciones mundiales que luchan contra el flagelo y aun se sustenta la idea sobre las “escasas inversiones en agricultura en los últimos 30 años, junto con los elevados y volátiles precios de los alimentos y la inestabilidad económica, que han aumentado la inseguridad alimentaria mundial…”.
 
República Dominicana está en la lista de los 20 países que recibieron su certificado por haber alcanzado solamente el ODM-1; o sea, fue reconocida por la FAO, “por haber alcanzado de manera anticipada la meta fijada en el primer Objetivo de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas, que establece la reducción a la mitad del porcentaje de hambrientos y malnutridos en su territorio”.
 
De todos modos, reducir no significa erradicar, aunque se anda en el camino. Son satisfactorias las mediciones que refieren alrededor de 1 millón de personas menos en el círculo de los hambrientos y desnutridos. No obstante, la aplicación correcta de políticas agroalimentarias y de protección social que garantice la seguridad alimentaria y nutricional de la población dominicana es un sendero al que todavía no se le vislumbra un final.
 
Quiera Dios que- según las palabras de la vicepresidente Margarita Cedeño-, “todos los dominicanos y dominicanas puedan comer más y mejor” y no engrosen esas cifras tristes y dolorosas de mil millones de seres en el mundo que sufren hambre y mala nutrición.
 
Vale concluir con estas reflexiones aparecidas en un artículo de Pilar Galindo, en el cual refiere textualmente: “El virus de la crisis alimentaria es el mismo que el de la crisis de las migraciones, las guerras por el control energético, las hipotecas, los despidos y la privatización muro de contención…”