Londres.-«Un golpe rápido bélico de potencias occidentales contra Siria sería otro precedente negativo», afirma el exjefe de la misión de inspectores de la ONU en Irak (Unmovic) Hans Blix, en un artículo publicado hoy por la prensa capitalina.
Tras la agresión anglo-estadounidense contra Irak, en marzo de 2003, sin autorización del Consejo de Seguridad de la ONU, ese órgano internacional sintió entonces que fue violada e ignorada la Carta de las Naciones Unidas, afirma Blix en un artículo de The Guardian.
La repetición de una acción bélica similar sugeriría que las potencias occidentales pueden intervenir cuando sientan la necesidad política de hacerlo, advierte Blix, cuya misión en Irak para hallar armas de destrucción masiva fue interrumpida por la agresión.
Además, el también exdirector general del Organismo Internacional de Energía Atómica llama a esperar por un veredicto de los inspectores de la ONU sobre el uso de armas químicas en un ataque ocurrido el pasado día 21 en las afueras de Damasco.
Washington, Londres y París responsabilizan al gobierno sirio con el citado ataque, sin presentar ninguna prueba concreta, mientras Damasco niega tales acusaciones y denuncia el empleo de armas químicas contra tropas gubernamentales en días recientes.
Los futuros actos de guerra de Estados Unidos, el Reino Unido o Francia contra Siria no serían en defensa propia, como los estipula la Carta de la ONU, pues ningún de ellos fue atacado, argumenta Blix.
Un castigo contra el Gobierno del presidente Bashar Al Assad por el supuesto empleo de armas químicas sería la acción de un autoproclamado gendarme mundial, considera el especialista sueco.
Blix insta al Consejo de Seguridad de la ONU a ir más allá de la preocupación por el uso de armas químicas en Siria y procurar un cese de las hostilidades en ese país, así como la realización de una conferencia internacional para una salida política a esa crisis.
