Si bien muchos consideraron fuertes las expresiones del papa Francisco al afirmar hace unos días que los corruptos de hoy son «el anticristo, porque hacen daño a la Iglesia y son un peligro, ya que son adoradores de sí mismos, sólo piensan en ellos…”, las reflexiones del religioso trascendieron a las fuertes paredes del Vaticano para penetrar las múltiples murallas de este universo en el cual se mueven tantas fuerzas en dichas direcciones.
No cabe duda de que el Sumo Sacerdote ha hecho públicas manifestaciones que hasta la fecha apenas habían salido de los espacios conservadores de la Iglesia. Esta vez, el Evangelio de Mateo sirvió de materia básica para señalar estos “tres modelos de cristianos en la Iglesia: los pecadores, los corruptos y los santos”.
Y en tal sentido vale la pena inquirir, como el propio papa lo aconseja, desde dentro, verificando por cuáles sendas anda cada quien, sobre todo aquellos que cumplen una labor de responsabilidad social o la vida les ha colocado en sillas de poder y que en el decir de Francisco “… eran pecadores como todos nosotros, pero han dado un paso adelante, se han consolidado en el pecado».
Pecadores, judas o corruptos, lo cierto es que el mal que hacen a la sociedad les coloca como anticristos que “están en medio de nosotros, pero no son de los nuestros». Jorge Bergoglio imploró a Dios la gracia «de no convertirnos en corruptos», y ojalá la oración llegue a muchos, muchos corazones…
Corruptos o «anticristos»
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
Story
Page