José Luis Cortés, versátil de la timba al bolero

La Habana.- (PL) Popular para algunos, chabacano para otros, polémico siempre, este músico llega al escenario con un ímpetu de movimiento desbocado y tal vez por ese frenesí de sus composiciones, lo conocen como El Tosco.
 
Su nombre es José Luis Cortés y si al escribirlo se incluye luego a su orquesta NG La Banda, puede sentirse un hombre feliz.
 
No le importan los calificativos que le impongan a él o a sus canciones, porque su único interés es hacer buena música cubana y llegar a la gente, confesó a Prensa Latina en entrevista exclusiva.
 
Eso sí, quiere estar siempre rodeado de juventud para honrar el nombre de Nueva Generación (NG), implícito en las siglas del grupo, destacó.
 
Después de 25 años de fundada, la edad promedio de los integrantes de la agrupación no sobrepasa los 26 años y la mayoría provienen de las escuelas e institutos de arte.
 
«Con su alta calidad técnica son capaces de continuar la obra de aquellos grandes músicos de los inicios y hoy NG La Banda suena como recién estrenada», señaló Cortés sin ninguna veta de falsa modestia.
 
En un mundo musical, cada vez más dominado por el empirismo, el Tosco defiende la formación académica como arma segura para garantizar éxito en la interpretación.
 
Por eso, conformó una escuela de canto y una camerata de flautas para quienes comienzan.
 
A su juicio, lo principal es no dejar morir la música cubana, sobre todo, porque los jóvenes de la isla están muy «envenenados» por los ritmos extranjeros.
 
Si bien los géneros bailables ocupa buena parte de su carrera, también ha demostrado destreza y virtuosismo al interpretar jazz y géneros tradicionales como el bolero.
 
Precisamente, algunos se sorprendieron al verlo en el Primer Festival Ron Varadero del Bolero, celebrado en junio de este año en Barcelona.
 
Cortés reveló a Prensa Latina que posee grabaciones inéditas de prestigiosas cantantes cubanas como Elena Burke (1928-2002), Rosita Fornés y Beatriz Márquez, realizadas en su estudio personal.
 
«Pero no voy a sacarlas a la luz pública hasta que no encuentre una productora capaz de dignificarlas y no se trata solo de dinero», advirtió.
 
«Soy un luchador, como decimos en Cuba, un negro de barrio, todavía me siento como si estuviese en El Condado de la ciudad de Santa Clara», confiesa este Hijo Ilustre de la central provincia de Villa Clara, donde nació el 5 de octubre de 1951.
 
José Luis Cortés es uno de los músicos fundadores de la mítica orquesta cubana Van Van, a ella entró con solo 16 años acompañado de su flauta. Luego, Chucho Valdés lo sumó a Irakere y allí experimentó con varios instrumentos.
 
En 1988 conformó su propia agrupación, a la cual se mantiene fiel hasta hoy, con cerca de 40 producciones discográficas en su haber.
 
Por sus resonantes arreglos en la sección de instrumentos de vientos, ganó para su orquesta el apelativo de los metales del terror y de esta sonoridad apabullante nació en los 90 la timba, género efímero según expertos del tema.
 
Hoy recuerda con cariño y satisfacción temas muy polémicos como La Bruja, que levantó una ola de detractores en algunos sectores.
 
«Durante un tiempo, se creyó que hacer una buena letra era hablar fino, en metáfora e imágenes» como la Nueva Trova. Pero esos códigos
 
están bastante alejados de la música popular o, al menos, así lo creo yo», valoró Cortés.
 
«Muchos consideran mis canciones chabacanas o de mal gusto, pero solo soy dicharachero a la manera de los cubanos. Al cantar mis temas,
 
en cualquier parte del mundo enseguida saben de dónde vengo y con eso basta», concluyó.
 
 
(*) La autora es periodista de la Redacción Cultura de Prensa Latina

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