Semeja yerba mala o enfermedad contagiosa que se ataca y contraataca, pero no desaparece y eso significa que sigue dañando a la sociedad, aun frente a la lucha que parece tener puntos afines en todos los países en los cuales se intenta el enfrentamiento.
Un colega venezolano califica: «el caldo de cultivo de la corrupción es la complicidad y solidaridad automática, caracterizada por la defensa a ultranza del sospechoso». En el caso de República Dominicana, este fenómeno, denominado también “enriquecimiento ilícito” ha alcanzado dimensiones desproporcionadas; en tanto que medios de comunicación y organizaciones sociales y cívicas exponen la realidad e intentan frenar lo que constituye detrimento en la confianza gubernamental y en muchos de sus funcionarios, los cuales “ son muy escasos los… que ejercen un cargo público y al término del mismo no sean ya millonarios, creando de esta forma un negativo precedente para las futuras generaciones, y socavando la moral de todo un pueblo que flaquea en la consistencia necesaria para mantener la lucha contra la corrupción”.
Ocurre como elemento común que “en la medida en que el proceso de deterioro se acentúa, prácticamente se convierte en instrumento y lleva a un sistema donde los corruptos imponen la norma”.
Este fin de semana, jóvenes estudiantes, trabajadores y personas de todas las edades irrumpieron en las calles para protestar y solicitar de una vez que todas las instituciones del país apoyen de manera activa el combate contra la corrupción; que sean detenidos y juzgados quienes cometen ese delito de poseer dinero y bienes materiales, sin demostrar ni declarar la procedencia de dichos recursos.
Al presidente Danilo Medina se le admira por su deseo de hacer las cosas de la mejor manera posible y en bien de esa mayoría que ha perdido su confianza y fe en quienes dirigen los designios de la nación. A un año de cumplir su mandato, el mandatario debe reforzar la voluntad política y atacar con ímpetu ese flagelo, lo cual demostraría sin lugar a duda, que ha hecho lo nunca antes visto.
Oh, corrupción
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
Story
Page