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¿Por qué la hostilidad haitiana?

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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Los esfuerzos de la República Dominicana y Haití por llevar adelante sus relaciones, han tenido el sentido de  acercar a ambas naciones desde muchos puntos de vista. En la década del 80 se movieron intereses académicos, como el grupo que se integró a la Oficina de Lomé IV, “órgano que administraba los fondos europeos” y posteriormente se dieron pasos también en la Comisión Mixta Bilateral RD-Haití.
 
José Alejandro Ayuso recuerda las palabras del embajador del país en Puerto Príncipe, Rubén Silié, al señalar: “La participación de ambos países dentro del Convenio de Lomé IV sirvió de marco internacional para que ambos Estados trataran de cambiar el perfil de sus relaciones, pasando a coordinar acciones para aprovechar conjuntamente la cooperación…”.
 
A partir de ahí y desde inicios del actual siglo, muchos han valorado como “lenta marcha” el camino de  las relaciones entre ambos pueblos. Pero, es indudable que han pesado más las propuestas de solidaridad de la nación dominicana  y tras el terremoto del 12 de enero de 2010, que azotó a Haití, hubo muestras más que fehacientes de ello. Particularmente, el Gobierno dominicano, representado por el presidente Danilo Medina, en su primera visita a la República de Haití luego de su asunción al poder, propuso facilitar locales en República Dominicana “para apoyar el proceso iniciado por las autoridades haitianas de dotar de documentación de identidad a sus nacionales”.
 
En tanto, el  director de Migración, José Ricardo Taveras, informó que se reunirá con la comunidad de Dajabón para explicarles que esa institución dispondrá medidas especiales a fin de facilitar el paso a los haitianos hacia República Dominicana.
 
¿Qué está pasando con esta hostilidad, que dista de lo expresado en el  encuentro bilateral entre los presidentes Danilo Medina y Michel Martelly? Cuando todo parecía indicar que acciones concretas comenzarían  a encaminar y beneficiar las relaciones bilaterales y se vislumbraba un relanzamiento de aquella declaración conjunta, en la cual se reafirmó  el compromiso de mantener una política de frontera segura y sin obstáculos en los intercambios, las  circunstancias apuntan a cerebros que conspiran contra las saludables relaciones que deben existir y ponen distancia mayor a posibles acuerdos que van más allá del plástico, los huevos, pollos y todo lo demás…

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