En vísperas del primer año

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||

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El primer año de gestión del Presidente de la República, Danilo Medina, se acerca en el calendario y muchas son las reflexiones en torno a la manera de gobernar de quien se ha comprometido con hacer las cosas que nunca se han hecho y…
 
Las frases de Medina pesan en el mundo mediático y real. Si de salud se trata, el mandatario ha afirmado que: “Los hospitales del país son una pocilga” y “Eso no puede seguir así”.
 
La población dominicana sufre en materia de salubridad y de servicios médicos en los centros hospitalarios del país, donde a veces no existen las guardias perentorias de Pediatría, por ejemplo, y decenas de padres y madres se aglomeran en las emergencias esperando una consulta imprescindible y determinante para sus hijos e hijas.
Ni hablar de la  carencia de equipos, ambulancias, medicamentos e infraestructuras. En esto también anda el Presidente, enfrentando, además,  las demandas de un aumento salarial para los gremios de salud y muchos detalles más que son, en definitiva, problemas acumulados durante lustros en los cuales las políticas de Gobierno se han centrado en la edificación de mega obras y todo ello acompañado de un despilfarro demasiado evidente ante los ojos de la sociedad dominicana.
 
Desde su llegada al poder, el pasado  16 de agosto de 2012,  al jefe de Estado no le ha sido  tan fácil  cumplir con su slogan de campaña, pese a que ha demostrado interés por desarrollar un gobierno más responsable y diferente.
 
El 4% para la Educación fue un vital aspecto que cumplió el gobernante de inmediato; así como el aumento salarial para los educadores y aun anda “batido” con su compromiso de construir unas 14 mil aulas.
 
En su primer año de gestión frente a la administración de los recursos del Estado, no hay duda de que Danilo Medina goza de gran aceptación popular, gracias a su actitud y disposición para acercarse a lo humano y a quienes, como él mismo ha afirmado, no pueden ir al Palacio a confesarle sus problemas. A este paso, dominicanas y dominicanos no olvidarán a quien ha prestado atención a necesidades demandadas y no escuchadas durante mucho tiempo.