¿Qué puede haber hecho detonar la profunda división que hoy sufren las filas del Partido Revolucionario Dominicano (PRD)? ¿Hasta dónde les conducirá este forcejeo político?
Este jueves primero de agosto pasa a la historia como ese día que algunos han denominado “triste”, en la medida que el bando de Miguel Vargas Maldonado llevó a cabo la reunión de su Comité Ejecutivo Nacional (CEN), en el Coliseo de Boxeo Carlos –Teo- Cruz, y la facción de Hipólito Mejía, desarrolló la suya paralela, en el Club los Prados.
Nada surge y explota en un día. Los procesos políticos acumulan logros y desaciertos y no puede ser de otra manera cuando las divisiones internas horadan el funcionamiento y la disciplina, ante los ojos de la mayoría; porque más allá del fortalecimiento electoral del PRD, los “choques de intereses” que altos funcionarios de la organización dan como causa- alguna de ellas-, han erosionado lo que marca la negatividad para el sistema de partidos y la democracia dominicana.
Incierto futuro político, con el riesgo de que el partido de Gobierno se perpetúe en el poder. Este es uno de los más graves problemas que enfrenta la organización política, considerada la más fortalecida durante su historia, desde su creación hasta nuestros días.
También es riesgoso y más allá de los indicadores de que una facción u otra sea protagonista de los desacuerdos, en ambos casos deben establecerse estrategias. Porque aunque algunos apostan al fortalecimiento de su dirigencia y otros enfrentan desafíos que, finalmente ofrecen una visible alternativa: el final lo marcará 2016, cuando el sacrificio de una parte u otra dejará ver si finalmente el partido blanco avanza como organización íntegra o simplemente ha sufrido un naufragio por su terquedad insoluble.
PRD: otro día de manifiestas divisiones
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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