Las cosas se ponen más feas

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||

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Nada más dañino para las relaciones humanas que dos vecinos entre los cuales se exalten diferencias, en vez de inquirir en los aspectos comunes que hagan sus existencias llevaderas y bajo aires de confraternización y paz.
 
El economista haitiano Carlin Michel afirmó en su artículo publicado en el diario digital Le Nouvelliste, que República Dominicana estaría orientando a sus diplomáticos para que busquen en el extranjero nuevos mercados a los productos de fabricación criolla vedados por las autoridades de su país.
 
Dijo textualmente: “Ellos están buscando otros mercados para vender sus excedentes de producción. En este sentido, los empresarios quieren que los embajadores y cónsules dominicanos en el mundo empiecen a buscar nuevos mercados”.
 
Tras prohibir las autoridades haitianas la entrada a su país de salami, carne de pollo, huevo y materiales plásticos, ahora se suma la propuesta de “vedar la harina de trigo y bebidas alcohólicas procedentes de República Dominicana, con lo que sumarían seis los productos de esta parte de la isla que la nación vecina no aceptaría”.
 
Más allá de los disgustos e incomprensiones de uno u otro lado del territorio, este multimedios publicó hace un tiempo acerca de quiénes eran los que más se perjudicaban con decisiones de este tipo. En la reunión entre el embajador haitiano, Fritz Cineas, y el canciller dominicano Carlos Morales Troncoso, aun cuando el primero aseguró que Haití quiere seguir comprando a la nación dominicana, porque económicamente le conviene, “ya que los productos llegan a los consumidores más baratos, y al mismo tiempo reclaman calidad a los fabricantes”, en realidad, según sus propias aseveraciones: «Si no actuamos, el comercio informal será más alto que el 40% de las transacciones entre los dos países».
 
En verdad, las circunstancias ofrecen varias lecturas; pero la realidad apunta a cerebros que conspiran contra las saludables relaciones que deben existir entre ambos pueblos y ponen distancia mayor a posibles acuerdos que van más allá del plástico, los huevos y pollos: mientras Cineas pide paciencia para resolver el problema del comercio bilateral las cosas se ponen más feas…