Calzaghe, de 36 años, a pesar que cayó a la lona en el primer asalto, se recuperó y le dio toda una lección de boxeo a Jones Jr., que no fue ni la sombra del púgil que hace una década dominaba en los cuadriláteros.
El resultado no sólo dejó invicto a Calzaghe sino también listo para la retirada ya que eso fue lo que dijo antes de la pelea porque había cumplido su deseo de llegar a Estados Unidos y ganar primero a Bernard Hopkins y luego a Jones Jr.
"Era mi gran deseo de llegar a Estados Unidos y buscar a dos de los más grandes campeones que ha tenido el boxeo de este país", comentó Calzaghe. "De momento, no tengo planes de enfrentarme a nadie más, aunque en la pelea fui a más después de superar el golpe de primer asalto".
La historia se repitió como cuando Calzaghe también fue derribado en el primer asalto del combate del pasado abril contra Hopkins al que ganó por decisión dividida tras superar la caída.
El asalto fue para Jones por tirarlo a la lona, pero el resto de la pelea se llevo Calzaghe (46-0, 32 nocáuts). Los tres jueces de la pelea vieron ganador a Calzaghe con tarjetas de 118-109 a su favor.
Uno de los tantos derechazos de Calzaghe abrió un corte sobre el ojo izquierdo de Jones, y la sangre empezó a caer por su cara, una clara muestra de la dura noche que estaba teniendo ante el campeón europeo.
La pobre imagen que dio Jones ante Calzaghe, que paso más de una década como campeón súper mediano antes de subir de categoría para enfrentar a Hopkins, le estropea de alguna manera los planes que tenia de enfrentarse en pelea revancha con su compatriota, que lo siguió sentado al lado del cuadrilátero.
Jones se había recuperado de tres derrotas consecutivas en el 2004 y 200, incluidas dos que fueron por la vía rápida, pero luego ganó tres consecutivas.
La más brillante fue la que protagonizó contra el puertorriqueño Félix "Tito" Trinidad, pero Calzaghe no le dio las mismas facilidades y dejó al descubierto que a sus 39 años ya no tiene nada que aportar al mundo del boxeo de elite.