Ante Chantal: atender y ocuparnos

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||

Follow

Ya la población dominicana está avisada sobre la tormenta tropical Chantal, de la cual la Oficina Nacional de Meteorología (Onamet), mantiene un aviso para la costa sur, desde Cabo Engaño hasta la frontera con Haití, mientras que extiende una alerta de condiciones de tormenta tropical para la costa norte.
 
La alerta significa que desde ya las zonas más vulnerables en esta ubicación geográfica, podrían ser afectadas por “olas anormales, vientos fuertes o lluvias intensas”. A las menos afectadas, según lo previsto, también hay que mantenerlas con las medidas pertinentes,  sobre todo por lluvias torrenciales, mareas de tempestad y cuanto significa el paso de eventos de este tipo por el país.
 
No basta repetir hasta el cansancio que  los pronósticos son hechos por seres humanos  y cuanto pueda suceder no debe tomar por sorpresa a nadie. Las autoridades  llaman la atención constantemente sobre el panorama meteorológico y se recuerda que tan solo por la ocurrencia  de aguaceros se viven momentos de incertidumbres por las inundaciones que irremisiblemente tienen lugar y que afectan cualquier sitio de la República Dominicana.
 
De manera que las precipitaciones y todas las consecuencias que prevé el paso de la tormenta tropical Chantal, pase por donde pase, y a la velocidad que sea, no pueden ocurrir sin que las presas, los hospitales, las instituciones todas y los hogares hayan adoptado las acciones pertinentes.
 
Unida a la preocupación y ocupación de las autoridades que, sin lugar a dudas, han dado muestra de un trabajo preventivo y de acciones vitales en la mayoría de estos eventos, cada quien debe prestar atención a lo orientado, de acuerdo con los levantamientos llevados a cabo, particularmente en las regiones Sur del país, que como recordamos, generalmente siempre han sido las zonas de mayor impacto.
 
Observar desde ahora los pronósticos, apoyar en todo lo posible y “ayudar un poco a la suerte”. Se trata de otra etapa de inquietudes y desasosiegos, y a la  labor de quienes impiden males mayores hay que unir voluntades que salven vidas y eviten sufrimientos.