El jefe de la Policía Nacional, mayor general Manuel Castro Castillo, informó “que mediante una reunión conjunta con el ministro de las Fuerzas Armadas, almirante Sigfrido Pared Pérez, evaluará este lunes si es necesario un incremento de las operaciones policiales, así como de las labores de inteligencia orientadas a capturar delincuentes que porten armas de fuego».
Quizás debían los análisis ampliarse también a las armas blancas y todo tipo de expresión delincuencial que mantiene a la población en vilo.
La realidad es que se les ha ido de las manos a las autoridades militares, policiales y al Ministerio Público la seguridad nacional. No basta con anunciar operativos y medidas de patrullaje mixto.
Los delincuentes confiesan sus atropellos y crímenes con tal naturalidad que impresionan. Entonces, las reacciones son demasiado lentas dadas las circunstancias. Lo de vigilar más las calles es un plan de “ayer”, ya las acciones tienen que recrudecerse, como dijo el Presidente de la República, Danilo Medina, la justicia tiene que ser más enérgica. Denuncias y paños tibios no proceden, pues quienes delinquen se sienten con el “poder” de llegar donde deseen.
Si los malhechores san llegado al punto de asesinar a coroneles y oficiales de las FF.AA: ¿qué les queda a los hombres y mujeres de esta sociedad que no tienen armas, ni medio alguno para defenderse? ¿Qué será de esa población cuya integridad física depende precisamente de quienes hoy se presentan absolutamente vulnerables?
Más vulnerables
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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