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Mozura, una historia de familia que conmueve

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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Quizás para las “Bodas de Diamante” de Mozura y Pilila no haya existido regalo mejor que este libro, escrito por uno de sus hijos, Laureano Guerrero, puesto a circular por la editora Santuario y donde, sin ser autobiográfica, como afirma el autor, las figuras paterna y materna se erigen como esos seres extraordinarios que indiscutiblemente son y que, pese a los tiempos de privaciones y sinsabores, supieron fundir y mantener muy sólida la esencia y matriz de la familia.
 
Mozura, nombre del padre y título de la obra, es una novela que hace pensar, reflexionar acerca de ciclos históricos de la nación dominicana y avanza a través de la pareja por las decisiones que la pobreza imprime y la dignidad salva.
 
Más allá de las penurias que cada época marcó, la educación y formación ética de los hijos, la cárcel y muchas experiencias más, las transformaciones psicológicas de algunos de los personajes sumergen al lector en ires y venires narrados con lenguaje claro y directo que integran las 235 páginas.
 
-¿Cómo califica a Mozura?
 
“El libro tiene varias facetas, que se entrelazan. Es una obra novelada y esa es la parte fundamental y que dio origen al libro: por ejemplo Mozura, mi padre, está vivo y también mi madre, Tomasa Sánchez (Pilila), ya llevan 70 años de casados.
 
“Mi padre, de manera fundamental es mi ejemplo; Juan Bosch también es mi paradigma, en la literatura, la política y como ser humano. Por el me enamoré de las letras y trato de ser un hombre bueno, porque eso era lo que se exigía en el PLD”.
 
-¿De qué manera distingue el concepto de familia en los momentos que vive la sociedad dominicana?
 
“Los hombres y mujeres se manejan de forma diferente; antes, subsistir era difícil, pero ahora hay muchos servicios gratis como los comedores económicos, la tarjeta de Solidaridad y seguros médicos. No obstante, el Gobierno debe evitar que las personas se recuesten, hay que procurar que luchen por conseguir lo que desean.
 
“Recuerdo que las camisas y pantalones los remendaban hasta que pudieran comprarse otros; sin embargo, ahora cualquier te da una pieza. Hoy la gente vive mejor y la vida es más cómoda.
 
“En los días que corren hay una lucha permanente para que el Estado haga escuelas, pero también quieren que les den desayuno y transporte. Lamentablemente, se está promoviendo la cultura de vivir recostados y lo gobiernos deben evitar eso. Cada quien, de manera individual, debe tiene que hacer esfuerzos para superarse. Hay personas que vivieron una situación difícil y salieron adelante. Eso lo narro en mi libro”.
 
-¿Qué persigue con esta publicación?
 
“Demostrar que pese a la miseria se puede salir adelante, como es el ejemplo de vida de un hombre y una mujer que totalmente desamparados progresaron. Quiero rendir tributo a la gente que se comporta de esa manera y que las generaciones futuras vean que existieron personas que de la nada triunfaron. Claro que hay que fajarse a trabajar; pero finalmente se puede”.
 
-¿Cuándo se dio cuenta que podía hacer un libro como Mozura?
 
“Bueno, el hombre es él y sus circunstancias. Ciertamente, uno nace con habilidades y capacidades; sin embargo, no las puede ejercitar porque la cotidianidad se lo impide y eso fue lo que me sucedió.
 
“Durante los 30 y hasta 50 años tuve que dedicarme a la formación y desarrollo del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), en cuerpo y alma, y eché a un lado las condiciones profesionales y artísticas que uno posee. Imagino a Leonel Fernández siendo el rector de una gran universidad, pero las circunstancias le colocaron en la vía de la política, e igual situación es la del presidente Danilo Medina. Todos fuimos parte de un gran movimiento y dejamos a un lado nuestras aspiraciones.
 
“Ahora estoy escribiendo tres novelas. Se me despertó la inspiración y empecé, porque ya he pasado por una serie de cosas y muchas están realizadas. Ya no estoy en la búsqueda del dinero, ni en cómo estirarlo. Además, uno va para viejo y se acomoda en lo que más desea hacer”.
 
-¿Cómo se define a sí mismo?
 
“Como alguien común y corriente. Me cuesta trabajo definirme como un escritor o novelista, pero como ese no es mi fuerte, ni mi profesión, yo lo que soy es político, periodista y abogado. Soy un hombre con inquietudes y pasión e interés y ahora experimento con la escritura y con mucho esfuerzo intelectual”.
 
-Si tuviera que cambiar algo de la sociedad actual, ¿qué sería?
 
 
“Acabaría con la pobreza y el hambre. Pertenezco a un partido y un Gobierno que está luchando para erradicar esos males de la sociedad y ampliar los alcances de la educación”.
 
-En Mozura, uno de los protagonistas, Milito, primero es honrado por “salvar” el honor de su hija, y luego se convierte en uno de los “caliés” más temidos durante la dictadura de Trujillo.
 
¿Se propuso reflejar este complicado proceso de transformación psicosocial como ficción, o forma parte de vivencias reales?
 
“Una parte nace de las vivencias y experiencias propias, otra de la observación de quienes nos rodean. Milito es un hombre de pueblo a quien le violaron la hija y no aguantó eso; entonces mató al culpable porque no quiso casarse con ella; después se dio a la fuga y las demás personas lo protegían porque entendían que era un ser humano bueno y con valores. Pero, posteriormente, por el desenlace mismo de la historia, se convierte en un matón del régimen trujillista y, finalmente, todos le odian y desprecian. Es complicado; pero, muchas veces en la vida los análisis varían de acuerdo a las actuaciones humanas”.
 
-Finalmente, dos de los personajes mantienen una relación de amistad desde la niñez que desemboca en la disyuntiva de cumplir con el deber, o ayudar al amigo…
 
“Si, ese es el capítulo final. Se trata del coronel Nazario Pérez y César Augusto, quienes desde niños aprenden a quererse como si fueran parientes. Hay una situación muy difícil, cuando le traen al amigo detenido por haber cometido una seria infracción. Su decisión es muy subjetiva. Habría que preguntarse si actuó correctamente, en correspondencia con su misión, o por el viejo sentimiento que le unía a la familia Guerrero. Cada quien debe sacar aquí sus propias conclusiones”.
 
Antes, Laureano Guerrero publicó “Mi niño lindo”, donde también el tema de la familia ocupa un sitio cardinal, al igual que las expresiones de humanismo, amistad y sensibilidad social. Mozura continúa este lindero y todo parece indicar que igual sucederá con las que vienen ahora, tal y como vaticinó el autor y en las cuales –anunció-, trabaja con entusiasmo.

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