¿Se cumplen o no se cumplen?

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||

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Naciones Unidas habla de los avances más importantes en el trabajo hacia los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), y reconoce que todavía existen mil 200 millones de personas en extrema pobreza.
 
En un informe difundido por el organismo mundial sobre “la marcha de esas metas acordadas en 2000 para ser cumplidas en 2015, la primera de ellas dirigida a reducir a la mitad ese indicador con respecto a 1990”, subraya que “la proporción de seres humanos en condición de pobreza en los países subdesarrollados bajó de un 47 a un 22% entre aquel año y 2010”, lo cual, sin duda alguna, satisface; pero, duelen fuerte esos mil 200 millones, cuyas cifras han engrosado mayormente niños y niñas del África Subsahariana, sin que las otras regiones dejen de aportar a la parca los más tiernos seres del planeta.
 
El problema es que el mundo envejece y la niñez muere por muchas causas, entre ellas desnutrición y hambre: “el 26 por ciento de los menores de cinco años a nivel mundial estaban desnutridos, con talla y peso inadecuados para su edad, aunque el dato representa una baja de 88 millones frente a 1990”.
 
Todavía los ODM vitales como el de alcanzar la educación primaria universal en 2015, presentan un incumplimiento; al igual que la mortalidad infantil, reducida en un 41% desde 1990, pero aun mueren 14 mil menores de cinco años cada día. En 2011, los decesos fueron casi siete millones, en particular por enfermedades prevenibles, según plantea la ONU.
 
Ni hablar de la mortalidad materna, donde República Dominicana ocupa un lugar cimero en la región.
 
A todo lo anterior se suma, según muestra el documento, “el impacto negativo provocado por la reducción de un cuatro por ciento de la ayuda global de las naciones industrializadas a las subdesarrolladas…”
 
Definitivamente, aunque el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, opina que los ODM «han sido el más exitoso impulso global de la historia contra la pobreza», todavía el hambre, la desnutrición, la carencia educativa para todos y todas; así como la violación de los derechos y el empoderamiento de las mujeres, la igualdad de género, el combate al VIH/SIDA, la malaria y otras enfermedades, unido todo ello a preservar “la casa de todos”, la madre tierra, siguen siendo temas pendientes apremiantes y vitales.