La visión y focalización de la pasada campaña electoral que se escenificó en los Estados Unidos por el Presidente Obama, dio resultados que terminaron convenciendo a los políticos norteamericanos de la importancia del voto latinoamericano, al extremo que hasta los más radicales antiinmigrantes enquistado en el “Tea Party”, área conservadora radical de los republicanos han hecho causa común con los demócratas para articular un proyecto de ley para reformar la política migratoria focalizada en el tratamiento a los indocumentados.
Dentro del sistema norteamericano, el Senado realiza una votación sin tocar el fondo del proyecto con el solo propósito de aprobar o rechazar su puesta en agenda, y esa votación recién celebrada arrojó un inusitado 85% de aprobación para su introducción en el sistema de introducción de los proyectos de leyes de ese país.
De los datos que se han divulgado, los más importantes son los requerimientos para que un indocumentado califique para recibir documentación oficial como migrante con todos los derechos de ley, y para fines del caso que nos ocupa hoy, nos vamos a limitar a citar el vital requerimiento de la ley en cuanto a que los candidatos deben presentar documentación valida que los identifiquen como nacionales del país donde nacieron.
Esto significa que los dominicanos que residen en el exterior y que no tienen documentación acreditada como migrantes, deben presentar la Cédula Personal de Identidad y Electoral, acta de nacimiento y pasaporte para poder calificar y beneficiarse de la esperada ley.
Se estiman en aproximadamente medio millón de dominicanos sin documentos en todo el territorio norteamericano, otros dicen que son trescientos mil, pero como en toda sociedad, es difícil censar los indocumentados. Sin importar cuántos son, estamos alertando el posible daño que la medida autocrática18/06/2013 del presidente de la Junta Central Electoral le puede causar a los dominicanos residentes en los Estados Unidos (como Puerto Rico, Miami, entre otros) que pasados tantos años sin regresar a su país, no tienen los documentos de identidad en orden debido a que como indocumentados, no los necesitan.
Se le hace daño a la economía dominicana, porque todos sabemos la contribución en divisas de gratis que aportan los dominicanos, legales o indocumentados; se le hace daño al gobierno, porque los dominicanos afectados, acostumbrados al presidencialismo dominicanos, van a culpar al gobierno de turno; y se perjudica el Dr. Rosario Marques porque los dominicanos politizados que viven en esta media isla, entendemos sus razones de presionar para que le mejoren su asignación presupuestaria habida cuenta de su encumbramiento como líder de la región en materia electoral, véanse sus promociones en televisión.
Sería indeseable recurrir a recursos legales en contra del Presidente de la Junta Central Electoral para garantizarles a los dominicanos sin documentación, aprovechar la oportunidad que la política de Estado en asuntos migratorios le reserva, lo que contribuiría con el mejoramiento de la calidad de vida de ellos, y por la debilidad de los dominicanos, también significaría la mejoría de sus familiares, ya que enviar sustento a sus familiares es ley de vida del dominicano, sin importar en donde esté.
Los derechos del dominicano del exterior
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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