El miedo a que en cualquier momento pueda ser víctima de atraco, mientras camina o conduce por algún sector del Distrito Nacional o de la provincia de Santo Domingo, ha llevado a los responsables de mantener la seguridad y el orden público a disponer de unidades de patrullajes, a fin de bajar los niveles delincuenciales que vive la sociedad dominicana.
Para realizar esta labor, miembros de la Fuerzas Armadas han integrado las patrullas de la Policía con el objetivo de reforzar la vigilancia de todos los barrios de la capital y brindar mayor seguridad, acción asumida por mandato del presidente Danilo Medina.
Sin embargo, esta medida ha sido evaluada positiva por una parte de la ciudadanía; en tanto que otros consideran que eso no impedirá que los delincuentes sigan burlándose de las autoridades y continúen sus fechorías.
En ese sentido, Miguel Pérez entiende que siempre y cuando la exclusión social, pobreza y la desigualdad adquisitiva sean cada vez mayor, el grado de delincuencia seguirá subiendo, ya que los militares no podrán luchar contra eso.
Asimismo, el joven Orlando Tejada opina que unos agentes hambrientos y sin los recursos necesarios para perseguir y enfrentar a los vándalos, no podrán evitar que los casos de robos y asaltos se recrudezcan.
“Aquí todos saben que los delincuentes están mejor armados que la Policía y tienen la tecnología más avanzada para cometer sus delitos; por lo tanto, es una batalla desigual, en la que jamás los órganos del orden los podrán vencer”, expresa Tejada.
No obstante, Guillermo Valenzuela, empleado de un call center, cree que el patrullaje servirá para que los ladrones se calmen por un tiempo, hasta que se hagan amigos de los guardias y todo vuelva a ser igual. “Estamos acostumbrados a ver policías y ladrones atracar juntos y hemos aprendido a temerle a ambos por igual”, aclara.
En tanto que Ambrosio Ramírez, seguridad privado, dice que siempre se siente seguro cuando sale a la calle, porque cuenta con la protección divina y piensa que a muchos ciudadanos les traerá paz ver unidades policiales en las diferentes vías de Santo Domingo.
Orden
El jefe de la Policía Nacional, mayor general José Armando Polanco Gómez, instruyó que se fortalecieran sitios vulnerables, donde más casos de asaltos han ocurrido y el vocero de dicha institución, general Máximo Báez Aybar declaró: «Nosotros estamos reforzando las áreas donde detectamos más delincuentes, sacamos agentes del área que está más tranquila, pero sin descuidarla…la Policía está jugando su papel dentro del Plan Nacional de Seguridad Ciudadana, puesto en marcha en marzo de este año”.
Todo lo anterior es sumamente factible, si se tiene en cuenta que los últimos sondeos reflejaron que en los primeros cinco meses del actual año, las actividades delictivas bajaron un 4% con relación a 2012 (se cometieron 5,232 asaltos en el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo, y 23 muertes violentas). En 2013, y en las mismas ciudades, fueron constatados 3,425 asaltos y 18 muertes violentas en similares condiciones, “cometidas por bandoleros, que aprovecharon a sus víctimas en las calles, robándoles celulares, carteras y dinero, entre otros objetos”.
Así no…
Otra desventaja de los militares que están apostados en sitios estratégicos, por los constantes hechos delictivos, es que además de no poseer las herramientas que tienen los asaltantes, también deben enfrentarse a ellos con el estómago vacío.
De acuerdo a un recorrido realizado por un equipo de este multimedios DominicanosHoy, se supo que los agentes emplazados desde las 6 de la mañana en diversos puntos de la capital, doce horas después continuaban en sus puestos de vigilancia sin haber recibido alimento alguno.
“No podemos movernos de aquí, donde nos corresponde vigilar, pero estamos hambrientos y estas son las horas en que no nos han traído comida alguna”, comentó uno de los integrantes del patrullaje, quien añadió que tenía hinchados los pies de estar tantas horas parado en el mismo sitio, sin un descanso ni para ingerir agua.
De hecho, impresionó la disciplina y porte de los militares y su decisión de no moverse de la guardia, aunque también afirmaron no contar con dinero para comprar nada, debido a que sus salarios continúan siendo muy bajos.
La Policía Nacional y las organizaciones del orden integradas en la vigilancia que buscan defender a la ciudadanía de asaltos y muertes, deben analizar esta situación y atender a quienes cuidan a las familias dominicanas, que por mucha preparación e instrucción militar que tengan, requieren de alimentación oportuna y cierto tiempo de relajación para ser altamente combativos y proseguir con el cumplimiento de sus deberes. No hay que olvidar que la delincuencia se prepara y, lamentablemente, se refuerza con lo que roba y quita a los demás.
Población a favor y en contra de patrullaje
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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