Las frases del profesor de Política Económica de la Universidad de Ottawa, Michel Chossukovsky, llaman a la reflexión, una vez más, al recordar que “esta globalización de la pobreza se inició en el Tercer Mundo coincidiendo con la crisis de la deuda de principios de los 80 y la imposición de las reformas económicas letales del FMI”.
Para Chossukovsky está claro que “el nuevo orden mundial se alimenta de la pobreza humana y la destrucción del entorno natural. Genera apartheid social, refuerza el racismo y las contiendas étnicas, socava los derechos de las mujeres y, a menudo, precipita a los países a confrontaciones destructivas entre nacionalismos".
En Europa se reflexiona en torno a una crisis rural universal, existente también en cada uno de los continentes y cuyo impulsor indudable ha sido el modelo económico neoliberal.
Todo es demasiado profundo, una especie de reloj de arena o de tiempo. Influyen los maltratos al medio ambiente, la pobreza, “años de políticas destructivas que socavaron las producciones nacionales de alimentos, y obligaron a los campesinos a producir cultivos comerciales para multinacionales y a comprar sus alimentos de las mismas empresas (o a otras…) en el mercado mundial”.
En la República Dominicana, los empresarios de la harina debaten con pasión el futuro en la comercialización del producto, ante los retos que presenta la crisis que vive el mundo.
Estudios de la FAO (Fondo de la ONU para la Agricultura y la Alimentación) consideran que en el último año, el trigo se ha encarecido un 130%; el arroz un 74%; la soja un 87% y el maíz un 53%. Las acusaciones de la crisis alimentaria se dirigen a los biocarburantes, a las "políticas aberrantes" del Fondo Monetario Internacional (FMI) y a la especulación.
Se habla de gran cantidad de tierras que producen agro combustibles en EE.UU. y otros países de la Unión Europea. Algunos cuestionan por qué, en vez de alimentos, se esté procurando comida para alimentar a los coches.
Y aunque el Banco Mundial ha anunciado ayudar a los países “más desfavorecidos”, las políticas, o medidas, como quieran llamárseles, siguen multiplicando las agonías de millones y millones de seres en este mundo que casi arriba al 2009, avanzando por el siglo XXI.