Extradición

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||

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La orden de arresto emitida por la fiscal Luisa Liranzo contra el padre Alberto Gil Wojciech, quien está acusado por supuestas agresiones sexuales contra 14 niños de la comunidad de Juncalito, municipio Jánico, al sur de Santiago, tiene en su contra que entre la República Dominicana y Polonia no existen acuerdos de extradición, “por lo que las autoridades nacionales apelarán a otros mecanismos para lograr que no haya impunidad», tal y como publicaron los medios de comunicación nacionales.
 
La fiscal asegura que están procediendo para pedir al sacerdote en extradición”, a cuya suspensión, dada a conocer por el Arzobispado de la arquidiócesis de Santiago, acogiendo la solicitud de su congregación, siguió la ausencia de información del paradero del religioso, aunque se aclara que podría recurrirse a mecanismos como la colaboración a través de la Interpol y otra forma de cooperación de países europeos en el caso de abuso contra menores y pedofilia, entre otros casos criminales.
 
El procurador general, Francisco Domínguez Brito, aseguró que se está coordinando el proceso de investigación, a nivel internacional y que se harían los arreglos convenientes de cara a los acuerdos internacionales para lograr que no haya impunidad en ese caso.
 
De todos modos, las experiencias de República Dominicana en el ejercicio de extradiciones deben servir. Por ejemplo, en los últimos ocho años, se han extraditado 129 personas hacia los Estados Unidos por delitos federales relacionados con el narcotráfico y asesinatos y aun cuando la opinión general señala que el acuerdo de extradición, firmado en 1909 entre los gobiernos de República Dominicana (RD), y Estados Unidos (EE.UU), vigente hasta la fecha, “se ha venido aplicando a través de los años de manera muy desigual, al punto de que en los procesos se cometen violaciones a la Constitución y una serie de vicios administrativos y judiciales en perjuicio de esta nación caribeña”.
 
Lo importante sería, en este caso, tener en cuenta las experiencias y hacer justicia. Más allá de los acuerdos bilaterales, debe lograrse que el autor pague por este crimen, cometido nada menos que con menores. Esperemos que Temis, la diosa de la justicia, ponga el fiel de la balanza donde realmente va.