Y mientras el paro de médicos, enfermeras, bioanalistas y técnicos en salud deja sin servicios 14 provincias del país, en demanda de aumento salarial, abastecimiento de materiales y mejoría de las condiciones de los centros asistenciales donde laboran, así como otras reivindicaciones, la población no conoce un programa efectivo sobre cómo enfrentar la influenza AH1N1, que circula ya en unas tres provincias del país, según se ha publicado y ha cobrado una vida.
Aunque el viceministro de Salud Colectiva, Rafael Schiffino, aseguró que no existe ningún brote en la actualidad que pueda poner en peligro a la ciudadanía, la embarazada fallecida la semana pasada en Santo Domingo Este deja una especie de incertidumbre que las autoridades pertinentes deben deslindar, con publicaciones acertadas e inmediatas y no solamente con la afirmación de que: “El AH1N1 es una enfermedad no mortal que se presenta con fiebre alta, tos, dolor de garganta, secreción nasal, dolores en el cuerpo, dolor de cabeza, escalofríos, cansancio y malestar general”.
¿Cómo evitarla? ¿Qué medidas debe asumir cada quien para evitar esta enfermedad que en el 2009, produjo una epidemia mundial que dejó 23 muertes y otras tres en el 2011?
Aún no se ha podido determinar cómo fue reintroducido el virus en el país. Se ha mencionado el turismo como “factor para la propagación de la enfermedad en República Dominicana, y a la presencia de ésta en naciones como Estados Unidos, Canadá y Argentina, países que aportan un gran número de visitantes”. Pero, lo importante es que se esgriman campañas de orientación que incluya a los medios de comunicación y todas las formas de divulgación posibles. Ahora, no después, cuando los resultados son fatales.
Ante el AH1N1
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