Los Ángeles.- Desde su arribo a la NBA los hermanos Gasol no han hecho más que elevar el nivel de la liga, tanto en lo basquetbolístico como en lo profesional y lo extracurricular.
El nivel demostrado sobre la tarima ha sido y sigue siendo excelente, pero la honestidad y humildad que demuestran fuera de ella enaltece sus logros.
Es por eso que cuando Marc Gasol fue condecorado como el Mejor Defensor de la temporada, los amantes del buen baloncesto lo vimos como un triunfo de los buenos.
El catalán ha tenido una curva ascendiente desde su arribo a Tennessee para jugar con los Memphis Grizzlies, el equipo con el que también debutó su hermano Pau.
Sus mejoras han sido pronunciadas, y temporada tras temporada se ha ido soltando hasta convertirse sin dudas en uno de los mejores cinco centros de la liga norteamericana.
El reconocimiento le llegó luego de que sus Grizzlies acabaran la temporada regular con la mejor defensa de equipo, y Marc no dudó en compartirlo.
«Yo no soy una persona de mirar los premios personales, soy de pensar en lo colectivo», explica. «Es un premio a todo el equipo, al trabajo de todo el mundo, y me siento orgulloso y afortunado de tenerlo, pero pongo todo en perspectiva».
En un ambiente donde sobra la falsa humildad, las palabras del oriundo de Barcelona tienen otra credibilidad. Sus argumentos también son ciertos, ya que el equipo de Lionel Hollins contó con vitales aportes de Tony Allen y Zach Randolph, entre otros.
Es por eso que se puso en tela de juicio sus pergaminos personales, y hasta hubo jugadores, como Dwight Howard, que mostraron cierto fastidio por la elección del español.
Las estadísticas dirán que ‘sólo’ bajó 7.8 rebotes, bloqueó 1.7 disparos y robó un balón por noche. Sin embargo, sus actuaciones no pueden engañar al ojo humano, y su tarea como director de orquesta de un esquema asfixiante lo hace más que merecedor.
«Los números siempre te van a contar la historia que tu quieres escuchar», confiesa. «Hay tantos números que tú puedes hacer un caso para positivo y para negativo. Son relativos siempre y no son definitivos. Hay que mantener una distancia y pensar en la realidad».
A pesar de haber salido de una familia en la que lo genes para el baloncesto están más que demostrados, su éxito llegó a base de esfuerzo y de prestar atención a los mejores.
«Siempre me gustó mucho Larry Bird y Tim Duncan pero no puedes decir nunca un jugador», asegura. «Hay que pensar en estilos de juego y maneras de pensar, porque ellos tienen un talento que quizás nunca puedas tener tú. Debes crear tu propia manera de jugar».
Es por eso que cuando florecen las comparaciones con el lituano Arvydas Sabonis, Gasol automáticamente las rechaza.
«No veo posible [una comparación] porque él fue un pionero en muchas cosas y vivió experiencias que nadie más podrá vivir», señala. «Arvydas llegó aquí con una edad mayor y el físico más tocado. Vimos la cola del cometa, no vimos todo el jugador que en España sí pudimos. Fue espectacular y para mí hay mucha diferencia».
A pesar de su humildad, no quedan dudas que Marc está contribuyendo firmemente a derribar ese mito prevaleciente de que los internos europeos son blandos y que le escapan al roce.
«La manera que entiendo el baloncesto, para mi posición necesitas mucho contacto, defender mucho la zona y en la zona es inevitable que haya contacto y que sea duro», indica. «A mí nunca me ha molestado eso, es algo que siempre he intentado yo iniciar el contacto primero para estar en una posición ventajosa. De pequeño me enseñaron que si hay que pegar se pega primero y es lo que intento hacer».
Finalmente, el éxito sostenido de su equipo y el reconocimiento que le está empezando a llegar le ha permitido salir de la sombra de su famoso hermano.
Hoy ya dejó de ser el hermano de Pau, para pasar a ser reconocido por sus propias hazañas.
Más que una obsesión, ser portador de tal apellido es un honor, más aún teniendo en cuenta que pocos hermanos han brillado en la NBA.
«Yo nunca voy a dejar de ser el hermano de Pau, para bueno y para malo», sostiene. «No es algo que yo quiera quitarme de encima ni mucho menos. Es un orgullo ser hermano de Pau, como es un orgullo ser hermano de Adriá, que nadie conoce. Al final el baloncesto es temporal, luego se acaba y sigues siendo una persona que tiene que levantarse a trabajar, y hacer su vida normal, llevar a sus niños al colegio y sigues siendo el hermano de Pau, el hermano de Adriá y el hijo de Agustín y de Marisa».
Marc Gasol se sale de la sombra de su hermano Pau
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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