Por una convención perredeísta negociada

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||

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El PRD, repitiendo lo que ya han dicho sus principales activos, es un instrumento del pueblo dominicano, una institución que está unida a la historia del último siglo de la Republica Dominicana; el PRD ha sido la escuela de varias generaciones de dirigentes políticos y los dos principales partidos actuales (PRD-PLD).
 
Ha sido el PRD la organización que ha llevado al poder a los más democráticos Presidentes del último siglo: Profesor Juan Bosch y Don Antonio Guzmán.  Ha sido el PRD y sus dirigentes quienes han encabezado la gesta mas importante en la defensa de la soberanía nacional y la institucionalidad del último medio siglo, la revolución de abril de 1965.
 
Fue el PRD quien encabezo la resistencia a los 12 largos años de represión de la dictadura ilustrada de Joaquín Balaguer. La libertad y la vida son bases fundamentales  de la democracia y corresponde  al Partido Revolucionario Dominicano el mayor aporte en la defensa de la libertad política y el derecho a la vida de todos los dominicanos.
 
Es posible que algunos aberrantes dominicanos consideren las carreteras, los edificios, los puentes y los trenes, mas importantes que los cientos de vidas cegadas por en los gobiernos de las dictaduras trujillista-balaguerista y del más aventajado discípulo de ambos el presidente Leonel Fernández Reyna.
Que nieguen a ver el hambre que viven nuestras gentes, la baja calidad de vida de un pueblo acosado por apagones, inseguridad alarmante, desempleo rampante, desfalco de los bienes del Estado, narcotráfico generalizado, justicia venal, en fin un país digno de mejor suerte.
 
Sé que el PRD ha cometido sus yerros, que incluso ha sido aliado de muchos de esos males que denuncio; pero de lo que estoy seguro es que aun así somos la organización con los mejores sentimientos y hombres y mujeres, en capacidad de cumplir con el sueno de José Francisco Pena Gómez de servir primero a la gente.
 
El PRD ha demostrado, a pesar de sus errores políticos en el poder, cuando lo ha tenido, ser el partido con menos compromiso con el pasado trujillista y de los sectores más oscuros del balaguerismo; el partido blanco es la organización con menos vínculos con los sectores más oscuros de la sociedad, con menos permisividad hacia los sectores oligárquicos y con mas raíces en el pueblo dominicano y sus intereses.
 
La historia política mundial, de los grandes partidos que marcaron la historia de los grandes cambios mundiales; la historia reciente de los países latinoamericanos como Brasil, Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Argentina, Uruguay, chile y muchos otros que a nivel mundial han dado giros de 360 grados en sus administraciones política social.
 
He visto y leído los acuerdos y negociaciones entre grandes potencia a punto de desatar la 3ra. Guerra mundial, la de los Árabes e Israelíes, de Chinos y Japoneses, la de negros y blanco en África; en fin no es imposible que en el PRD no pueda haber una negociación que impida su división que aleje mas el cambio que debió darse en el 2012.
 
El presidente del partido, Ing. Miguel Vargas y el ex presidente y ex candidato Ing. Hipólito Mejía; tienen la obligación histórica de volver sobre sus pasos y sentarse a discutir la solución de la situación que está empantanado el PRD y que augura, de solucionarse este ano, a que alarguemos la agonía del pueblo Dominicano y de todos los perredeistas con la posible continuidad del PLD en la conducción cuasi dictatorial del Estado.
 
Nadie se haga la idea de posibilidades de respaldo de ningún peledeista a la causa del PRD, de un lado ni de otro, la misión de los peledeistas es destruir al partido blanco para perpetuarse en el Estado por réquiem eterno donaidon.  El Presidente Miguel Vargas y el Presidente Hipólito Mejía tienen en sus manos pasar a la historia como políticos racionales que rectifican y perdonan.
 
Ambos deben apegarse a los estatutos, al respeto de los organismos y las decisiones de los mismos, solo las bases tienen el derecho a decidir el futuro del partido y quiénes son sus dirigentes.