Madrid (EFE).- El objetivo de reducir el hambre en América Latina y el Caribe "se puede cumplir", afirmó hoy el representante de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en la región, José Graziano da Silva.
Existe un "justificado optimismo", añadió Da Silva, quien llegó hoy a España tras asistir a la Conferencia de la FAO que se celebró la semana pasada en Roma y que aprobó un plan de acción de 42,6 millones de dólares.
Según el funcionario, ese plan permitirá una "reforma con crecimiento" en los próximos tres años para enfrentar así los nuevos desafíos del hambre en general.
La población que pasa hambre en la región se eleva a 51 millones de personas, lo que representa un retroceso en los avances logrados entre 1990 y 2005, cuando la población desnutrida había caído de 53 millones a 45 millones.
"En América Latina no faltan alimentos. Sobran. El tema es el acceso, pero con una política adecuada se puede afrontar con éxito", puntualizó Graziano da Silva.
Destacó que, sin embargo, donde sí se ha producido un "progreso sustantivo" ha sido en Centroamérica al disminuir el número de desnutridos, aunque se trate de la zona de América Latina y Caribe "más rezagada" respecto a los Objetivos del Milenio.
En su visita a Madrid, recordó que España es el mayor donante de fondos extrapresupuestarios para la FAO. De los 17 proyectos de campo en la región, España financia siete por valor de 20 millones de dólares, casi la mitad de la cifra total.
Uno de esos proyectos es la Iniciativa América Latina y Caribe Sin Hambre, cuyo objetivo es apoyar la erradicación del hambre y promover la seguridad alimentaria en la región, de acuerdo a los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Graziano da Silva también dio a conocer el primer "Recetario Internacional de Chefs contra el Hambre", promovido por esa Iniciativa.
En el marco de las celebraciones en 2008 del Año Internacional de la Patata declarado por Naciones Unidas, se hace un llamamiento a los cocineros de América y España para luchar contra el hambre a través de recetas preparadas a partir de este tubérculo.
A pesar de su origen en la zona andina, su versatilidad gastronómica y su potencial aportación a la seguridad alimentaria, la patata es relativamente poco consumida en la región.
Se trata de un libro con 65 recetas originales inspiradas en la patata, con ingredientes a bajo coste y accesibles para todas las familias, cuya recaudación se destinará a proyectos de desarrollo.
En este sentido, Graziano da Silva apostó por "reemplazar las importaciones agrícolas" después de un largo periodo en el que América Latina ha cambiado su tradicional posición de incentivar la agricultura propia por la compra de productos de fuera.
Como "casos extremos", citó a México que importa "casi todo" el maíz amarillo de Estados Unidos y a Haití que debido a "decisiones políticas" ahora importa el arroz de Florida.
Se trata de "recuperar una serie de productos propiamente latinoamericanos", como la papa, considerado como el cuarto alimento básico del mundo después del maíz, el trigo y el arroz, aseguró, antes de añadir que la idea es también llevar a cabo alguna iniciativa parecida con la quinua (cereal andino) y el fríjol.
"Hay que recuperar determinados productos y darles un nivel de sofisticación", subrayó Graziano da Silva.