La visita del expresidente Hipólito Mejía a Palacio, y su intercambio con el actual Presidente de la República, Danilo Medina, han suscitado opiniones diversas, como ocurre siempre en tales circunstancias. Pero, lo importante, junto a lo que se conversó allí, es que el mandatario haya dialogado con quien en las elecciones presidenciales fue, sin duda alguna, un opositor de estatura y con singulares ventajas.
Que algunos de los militantes del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), anden inquietos y se expresen de una manera u otra, o apliquen el supuesto sesgo silencioso de la no palabra, como ha sido hasta ahora el caso del presidente del PRD, Miguel Vargas, objeta lo que ellos mismo dicen defender en la sociedad dominicana: la tan repetida y “socorrida” democracia. Lo ideal sería no cuestionar, ni considerar como “una jugada política” lo acontecido y si pensar en futuros “encuentros” y diálogos que hicieran creer que los dirigentes políticos son, ante todo, “democráticos” y piensan en lo que conviene al interés nacional más que en sí mismos.
Otros militantes perredeístas, como el pasado candidato vicepresidencial, Luis Abinader y el aspirante a la presidencia, Enmanuel Esquea, consideran el encuentro «positivo”, en la medida en que “siempre sea transparente como ha sido este caso».
La situación que vive el país desde el punto de vista económico y social, la violencia, la debatida confrontación con el contrato de la Barrick Gold, las constantes huelgas por aumentos salariales y todos los acontecimientos que tienen lugar en la región…junto a temas globales y nacionales, son más que vitales para que quienes sienten que poseen responsabilidad con la nación y su futuro se sienten a conversar y planteen, sin perder sus propias posiciones, tácticas y estrategias de apoyo en bien de la mayoría. De ocurrir actos así, seguro que pasarían a la historia como hijos e hijas de esta nación sobre cuyos hombros pesaron responsabilidades que supieron cumplir en su momento histórico y concreto.
Ah, y positivo por parte del presidente Medina recibir a estos militantes y estar dispuesto a diálogos y conversaciones abiertas.
Mejor si todos dialogaran
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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