En el hogar de Rafael Sánchez, padre del primer teniente Rafael Eduardo Sánchez Astacio, cientos de personas se reunieron este domingo, para dar el pésame a quien crió a su hijo vendiendo periódicos, en la casa ubicada en la calle Arzobispo Romero, esquina Nicolás de Ovando en el sector Cristo Rey. Allí, compañeros y amigos lloraron junto al pobre hombre que aun parecía no creer la terrible verdad y se negaba a aceptar la sensible pérdida.
El Presidente de la República también expresó de inmediato sus condolencias a los familiares de los pilotos primer teniente Rafael Eduardo Sánchez Astacio, de 27 años, y el segundo teniente Carlos Manuel Guerrero Guerrero, de 25 años, y escribió en su cuenta en Twitter @DaniloMedina: “Recibimos con mucho pesar la noticia del accidente que involucró a dos pilotos dominicanos de las FAD”.
A la angustia de madres, padres, parientes y amistades se unieron las voces populares y miles de personas se dieron cita frente a las inmensas aguas caribeñas, esperando al principio una noticia esperanzadora y después, para afrontar la realidad.
Ahora, el peso de la duda debe ser dilucidada mediante una profunda investigación, tal y como han anunciado las autoridades competentes, a fin de concluir qué ocurrió en realidad y por qué perdieron las vidas dos jóvenes en sus más plenos momentos.
Si bien aseguró el general Hugo González Borrel, quien se desempeñaba como jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea Dominicana cuando fueron adquiridos los aviones Pillán por República Dominicana, “que es posible que se haya producido una falla humana, en la precipitación de la nave…”, tal y como subrayó, habrá que esperar los resultados de las investigaciones para determinar las causas reales que provocaron el lamentable deceso.
Si las aeronaves fueron adquiridas entre los años 2000-2008, en Chile, “nuevecitas… por la carencia de naves de entrenamiento primario y para fortalecer a la institución en la formación de nuevos pilotos”, lo importante es verificar su comportamiento técnico. Lamentablemente, como se vio, los pilotos contaban con paracaídas, pero no con asientos de eyección y de la manera en que tuvo lugar la maniobra, en “un vuelo rasante”, claro que no podían salir del avión.
Todo esto y más escuchó la población en esta inolvidable y triste tarde de domingo 7 de abril, cuando también se habló de países que no utilizan ya estos Pillán…De manera que, si el problema fue humano, técnico, de mantenimiento, u otro, dominicanas y dominicanos, junto a los familiares, necesitan con urgencia saber que ocurrió con estos jóvenes pilotos.