La mala noche de Kobe Bryant (12 puntos, 5/17 en tiros) se vio contrarrestada por el esfuerzo de Andrew Bynum, Lamar Odom, Sasha Vujacic y Jordan Farmar, todos con dobles dígitos en anotación. Por los Nets destacó el base Devin Harris, con 21 puntos y seis asistencias.
El equipo de East Rutherford contó con un inicio arrollador de su pívot titular de origen cubano Brook López, quien anotó ocho puntos en apenas seis minutos, un dato que contrastaba con el flojo arranque de Bryant, que falló sus primeros cinco lanzamientos y terminó el primer cuarto con un pobre uno de siete en tiros.
En esos momentos, los Nets se alzaron con una pequeña renta (17-24), merced al gran momento de forma de su líder, Vince Carter, cuyo duelo con Bryant, a pesar de ser el centro de todas las miradas, echó menos chispas de las esperadas.
Si Gasol comandó el esfuerzo angelino y con sus diez puntos logró enjugar la diferencia (24-28) al final del primer acto, fue el escolta reserva Trevor Ariza quien tomó el testigo e impulsó la reacción californiana (42-36, m.18).
Sin noticias de Bryant, con cuatro puntos pero un solo acierto en nueve tiros de campo, los Lakers se volcaron en Gasol y Andrew Bynum, los más acertados de cara al aro, con 16 y 11 tantos respectivamente, al descanso (56-54).
Por el conjunto de Lawrence Frank, el base Devin Harris, con 16 puntos y cinco asistencias -de las 17 de su equipo-, al ecuador del duelo, hizo mucho daño al contraataque y le ganó claramente la partida a su par, el más veterano Derek Fisher.
El 24 de púrpura y oro, contrariado por su actuación hasta entonces, pareció salir enchufado en la segunda mitad con dos suspensiones consecutivas, para enlazar después tres fallos seguidos en el lanzamiento.
Surgió de nuevo Gasol, que remontó la línea de fondo y realizó un soberano mate sobre López y la torre china Yi Jianlian que puso en pie al respetable. Sin embargo, nada era suficiente para despegarse de los Nets, muy sólidos en la distribución del juego.
Un solitario triple de Vladimir Radmanovic prendió la mecha (77-68, m.32) y el retorno de Ariza terminó por dinamitar el encuentro antes del último cuarto (90-76).
Por delante quedaba un nuevo reto. Conocida la relajación de los angelinos cuando tienen el partido controlado, faltaba por ver cómo gestionaría el equipo de Phil Jackson los últimos doce minutos, con una renta de 14 puntos en su haber.
Y esta vez los Lakers estuvieron a la altura. Siguieron apretando en defensa, acecharon la treintena de diferencia (105-78) y regalaron todo el último cuarto de descanso a sus titulares.
Doce victorias y una derrota. El mejor registro de la Liga. Y se acercan a la marca de Jackson como técnico de los Bulls de Chicago en la campaña 1996-97, con 17-1. Aquel equipo acabó ganando el segundo de tres anillos consecutivos.