Monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, arzobispo de Santiago, clamó por el respeto a la vida de las mujeres que “mueren como moscas” como consecuencia de la violencia intrafamiliar, y considera estos lamentables hechos parte de los problemas de la desigualdad hombre-mujer.
“Pongamos nosotros una mano en nuestros labios, y sigamos proclamando la dignidad y la igualdad de todos los seres humanos, defendiendo sus vidas, como humanos que somos”, explica el prelado católico.
Dijo que en diciembre del año 2012, de nuevo en República Dominicana se proclamó aquel evangelio de Fray Antón de Montesino en el año 1511: “Una voz clama en el desierto”, decía Juan el Bautista, y el predicador dominico decía: “Una voz clama en el desierto de esta isla”; “¿No son estos indígenas almas racionales?.
“La voz sigue clamando hoy, repitiendo: ¿No son estas mujeres seres humanos, almas racionales? Puesto que ellas son aplastadas y mueren como si fueran moscas, que igual que en el pasado decían con los indígenas, ¿no son estas almas racionales, seres humanos, los niños que son explotados, que son abusados?
“¿No son estos niños los que están en los vientres de las madres, seres humanos que merecen seguir viviendo, que tienen dignidad humana? ¿No son todos estos hombres y mujeres, que sufren de alguna manera miseria de cualquier tipo, seres humanos?, se preguntó el prelado.
Informó el arzobispo de Santiago que la voz de Juan el Bautista, sigue clamando en esta isla, como lo hizo en tiempos de Montesino, y sigamos nosotros clamando, como la estatua inmensa que está en la entrada del Puerto de Santo Domingo”, insistió.
De la Rosa y Carpio pide respeto a las mujeres
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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