Sao Paulo (EFE).- Las bolsas latinoamericanas vivieron un mes de noviembre de fuertes altibajos, al ritmo de la acumulación de indicadores negativos, paquetes de estímulo y las noticias con cuentagotas sobre el presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama.
Los parqués de la región cerraron el balance mensual con signo mixto, con pérdidas moderadas en Sao Paulo, Santiago y Caracas, aunque los resultados podrían haber sido peores si no se hubiese registrado una vigorosa recuperación en la última semana por el
salvamento del Citigroup y el último paquete de rescate en Europa.
Estas dos noticias impulsaron fuertes recuperaciones en prácticamente todos los parqués de la región, lo que les permitió o bien remontar el vuelo o, por lo menos, reducir los estragos.
La bolsa de Sao Paulo, la principal de la región, concluyó esta semana con un avance espectacular del 17,7% en su índice Ibovespa que, sin embargo, no salvó a noviembre de un nuevo cierre en rojo (-2,10%) que reflejó el clima funesto de las primeras semanas, en
consonancia con octubre.
El Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) de la bolsa mexicana fue otro ejemplo del repunte, con un avance en la semana del 12,51% que permitió cerrar el mes con una subida del 1,62%.
En el caso del índice Merval de Buenos Aires, tercer mercado de la región, el salto semanal del 19,90% contribuyó a inclinar la balanza de noviembre del lado de las ganancias.
El mes comenzó con la celebración de los comicios estadounidenses, lo que insufló confianza en las principales plazas bursátiles por las esperanzas de cambio con la elección del demócrata Barack Obama.
No obstante, rápidamente regresó el pesimismo a las plazas de América Latina, por la suma de indicadores que cada vez hacen más patente la llegada de una recesión a las principales economías del mundo, lo que deriva en reducción de pedidos a sus proveedores, entre los que se destacan los países de la región.
La cumbre del Grupo de los Veinte (G-20), celebrada en Washington a mitad del mes con el objetivo de reorganizar los mercados financieros mundiales, no fue abrazada por las bolsas latinoamericanas con optimismo, por la previsible lentitud de la aplicación de los compromisos alcanzados por los mandatarios.
Los inversores se dejaron guiar por el faro de Wall Street, que funcionó a media luz por el aumento de los despidos, las dudas sobre el sector automovilístico y las nefastas previsiones de consumo de cara a la inminente fiesta navideña.
Con tres semanas transcurridas, todo hacía prever un final tan funesto como el del mes de octubre, que fue el peor de la historia para los mercados regionales, haciendo evidente la gravedad de los efectos de la crisis en el continente.
No obstante, el rescate de Citigroup y las recientes medidas tomadas en Europa contribuyeron a última hora a reducir las pérdidas e incluso a dar un salto destacable, como en el caso de Lima o Montevideo, que firmaron sendos avances superiores al 8%.