Macarrulla planteó la necesidad de que se adopten medidas inteligentes que atenúen los efectos de la crisis internacional sobre la débil economía nacional, particularmente, que alcancen desde la restricción del gasto corriente hasta un verdadero y sólido plan de austeridad.
El dirigente empresarial consideró que estas medidas deben ser abordadas con coraje y decisión; focalizando el gasto público en los sectores de educación y salud, los cuales tienen que ser la prioridad nacional en términos de inversión.
“Si se quiere encontrar soluciones a la crisis, lo primero que hay que hacer es enfrentarla y ojalá que nuestras autoridades reflexionen sobre estos temas y en una actitud de humildad se decidan a dialogar sobre propuestas que atenúen la crisis que vive la República Dominicana, desnudándola con una actitud de sinceridad y de compartir la búsqueda conjunta de soluciones”, resaltó Macarrulla.
Agregó: “Si logramos aunar voluntades en esa dirección, si nos despojamos de actitudes arrogantes que pueden llamarse hasta vejatorias en desmedro de la interlocución que proponemos, estaríamos trabajando en conjunto para fortalecer nuestro estado de derecho, la democracia por la que tanta sangre se ha derramado, las estructuras que aseguran la gobernabilidad en nuestra sociedad y el anhelo de todos los dominicanos de convivir pacíficamente en un país de iguales oportunidades para todos ante el imperio de la ley”, apuntó.
De igual manera, el presidente del CONEP destaco la importancia capital de ejecutar un plan estratégico para maximizar el cambio estructural en el modelo económico que, desde hace varios años, el sector empresarial viene reclamando, con miras a lograr niveles de mayor eficiencia y calidad en la gestión empresarial y que posibilite el alcance de mejores y mayores niveles de competitividad.
“Para generar el cambio es preciso que los sectores público y privado trabajen de manera concertada, y formulen políticas públicas que impulsen el incremento de la producción.”, acotó Macarrulla.
Añadió que “hoy repito: tenemos que reconvertir nuestros sectores productivos, cambiar de actitud, de mentalidad; buscar nuevos paradigmas que sean coherentes con los cambios que a diario se producen en los mercados de bienes y servicios, tanto nacionales como internacionales “.
El presidente del CONEP afirmó que no hay otra forma de triunfar que no sea con una actitud permanente de adaptación al cambio y a las nuevas realidades del mundo de hoy.
