Cuando se conoció el fallecimiento del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela Hugo Chávez Frías, la noticia, aunque casi esperada, dolió profundo. El líder perdía la batalla contra la terrible enfermedad que lo azotaba físicamente y que enfrentó con valentía y dignidad hasta el final…si es que hay un final, dirían quienes no creen que la muerte acabe con los ideales.
Momentos antes, el vicepresidente Nicolás Maduro había pedido al pueblo venezolano tener mucho coraje, entereza y superar el dolor, las dificultades; así como “unirse más que nunca para ser hijos y herederos de un hombre como el comandante Hugo Chávez”.
República Dominicana, integrada en esos sentimientos solidarios y de unidad que preconizó Chávez durante toda su vida, sufre su pérdida que, más allá de acuerdos como Petrocaribe, trascienden a lo regional y continental.
Los días que siguen darán cuenta de si sus ideales calaron fuerte, de si valió la pena sacrificar lo individual para salvar lo colectivo.
Que descanse en paz el líder y que su legado hable por los siglos de los siglos…