Bangkok (EFE).- Los dirigentes de las protestas contra el Gobierno tailandés permitió hoy a las aerolíneas recuperar 88 aviones bloqueados en el aeropuerto internacional de Bangkok, donde la oposición continúa con la ocupación pese a las advertencias de la Policía.
La Embajada de la República Dominicana en la India, informó que algunos dominicanos aún permanecen varados en la ciudad de Bangkok, Tailandia, debido al conflicto político que se vive en ese país y que ha provocado la cancelación de 900 vuelos.
"Aun quedan otros dominicanos en la ciudad capital de Bangkok y estamos hoy coordinando las diferentes opciones para poderlos sacar del país, y estamos en comunicación telefónica directamente con ellos" dijo el embajador dominicano en la India Hans Dannenberg Castellanos, quien sostuvo que ya un grupo de turistas criollos logró salir.
Los aviones liberados, entre los que hay 29 de Thai International Airways, 16 de Thai Airasia y 15 de Bangkok Airways, permitirán agilizar el regreso a sus casas por rutas alternativas a los 300.000 pasajeros perjudicados por el bloqueo que desde hace dos semanas sufren los aeródromos de la capital tailandesa.
El moderno aeropuerto de Suvarnabhumi y el viejo de Don Muang, a 35 y 30 kilómetros de Bangkok, respectivamente, continúan en manos de la antigubernamental Alianza del Pueblo para la Democracia, y cercados por fuerzas policiales que el domingo dieron su tercer y último aviso de desalojo.
La Alianza, que se manifiesta en las calles de la capital tailandesa desde mayo para forzar la caída del Ejecutivo, ha trasladado hasta Suvarnabhumi y Don Muang a los seguidores que ocupaban el palacio presidencial.
El ex gobernador de Bangkok Chamlong Srimuang, uno de los miembros de la directiva de la Alianza, explicó que, tras las explosiones del domingo que causaron más de 50 heridos entre sus seguidores, no pueden seguir garantizando la seguridad de todos en la sede gubernamental.
"Os llevaré para continuar la protesta en cualquiera de los aeropuertos (…) Si os queréis quedar aquí, podéis hacerlo, pero no podré garantizar vuestra seguridad. No quiero que muráis aquí", dijo Srimuang, general en la reserva.
En las últimas semanas, un seguidor de la Alianza ha muerto y varias decenas han resultado heridas por las explosiones de granadas lanzadas por desconocidos contra los manifestantes en la sede gubernamental, habitualmente en medio de la noche.
El reforzamiento de la protesta en los dos aeropuertos coincide con la organización de otra manifestación en el área del Consistorio de Bangkok, esta vez por el Frente Unido para la Democracia contra la Dictadura en apoyo del primer ministro Somchai Wongsawat y su Ejecutivo.
Estos manifestantes se distinguen del amarillo característico de la Alianza, color de la Monarquía tailandesa, por el rojo de sus camisetas y sus emblemas, y han elegido el lema "Golpe de Estado No".
"Nos hemos reunido para proteger el sistema democrático. Para decir que no queremos una asonada", destacó Jatuporn Prompan, uno de los líderes de esta segunda alianza.
El Gobierno teme una asonada como la que el 19 de septiembre de 2006 depuso al entonces primer ministro Thaksin Shinawatra, cuñado de Wongsawat.
Los militares pidieron hoy al Gobierno y a la opositora Alianza que zanjen la crisis para el cumpleaños del rey Bhumibol Adulyadej, el día 5.
"El cumpleaños real se aproxima y todos deberíamos pensar en la paz y en su majestad el Rey. El pueblo dice que ama al Rey y por eso debería pensárselo dos veces antes de hacer algo que le perjudique", dijo el jefe de la Fuerza Aérea de Tailandia, Itthiporn Supawong.
El soberano, considerado por muchos tailandeses una figura semidivina, cumplirá 81 años el próximo viernes, ocasión en la que suele pronunciar un mensaje a sus súbditos con directrices, consejos y enseñanzas camuflados en parábolas, metáforas y otras figuras retóricas.
El primer ministro Wongsawat, quien se ha atrincherado en la norteña ciudad de Chiang Mai lejos de las protestas y se niega a dimitir o disolver el Parlamento, como le han aconsejado desde el Ejército, dijo hoy que aceptará y acatará cualquier indicación del monarca para solucionar la crisis.
La palabra del rey Bhumibol, que en Tailandia es ley, igual no es necesaria, porque se espera que mañana el Tribunal Constitucional dicte sentencia contra la formación gobernante, el Partido del Poder del Pueblo, y lo disuelva.