Houston.- Nadie como Michael Jordan, con o sin el balón en las manos. Las máximas estrellas de la NBA están en Houston y el jugador más comentado del fin de semana hace una década que dejó las duelas.
Jordan llegó a la ciudad para celebrar su cumpleaños 50 este domingo, en medio de las actividades del Juego de Estrellas, en el que algunos anticipan podría presentarse como parte de los festejos.
«Jamás creo que Michael Jordan regresaría para jugar», dijo el legendario ex jugador Dominique Wilkins. «MJ ya hizo lo que nadie ha hecho en ningún deporte profesional en el mundo, no tiene nada que hacer».
Wilkins, como todos en el Fin de Semana de las Estrellas, coincidió en que Jordan fue el jugador que revolucionó y terminó de popularizar el baloncesto a escala mundial.
«No creo que jamás haya existido ningún otro personaje deportivo con su habilidad y conocimiento en todo el planeta», agregó Wilkins. «Jordan sólo hay uno y nadie se compara con él».
Consideró que la principal virtud de Jordan ni siquiera era su atletismo o versatilidad con el balón; era la competitividad y las ganas de triunfar.
«Nunca vi a nadie con tanta motivación para ganar», dijo Wilkins. «Es alguien que odia perder como nadie. Cada día trabajó por ser el mejor y lo logró. Es la persona más competitiva que conozco».
El mexicano Eduardo Nájera es uno de muy pocos jugadores latinos que enfrentó a Jordan, a quien también tuvo como dueño de equipo en su última etapa activa, con los Bobcats de Charlotte.
Nájera cree poco probable que Jordan pudiera regresar a cancha, pero que en caso de hacerlo aún podría ser un jugador promedio en la NBA.
«En ocasiones bajaba a entrenar con nosotros o participaba del tres contra tres o hasta en cinco contra cinco, y déjame decirte que aún había señales de Michael Jordan en él», comentó. «Pero creo que sus negocios y mentalidad andan en otro lado diferente a la cancha en este momento».
Jordan jugó de 1985 a 1993 y de 1995 a 1998 para los Chicago Bulls, con quienes ganó seis títulos de la NBA y en igual número de ocasiones fue designado Más Valioso de las Finales. Se retiró y volvió por segunda ocasión del 2001 al 2003 con los Washington Wizards.
Nájera reconoció que Jordan fue un atleta que revolucionó la mercadotecnia del deporte y que su aura es tan especial que puedes sentir su presencia sin que tenga que emitir palabras.
«Sólo verlo cerca cuando estaba con los Bobcats era un sentimiento especial», dijo. «Es alguien que comunica sólo con la mirada. Y si además sabes que es el mejor de la historia, por supuesto que te impresiona».
El base español de los Minnesota Timberwolves Ricky Rubio coincidió con Nájera.
«Michael Jordan ha sido el que cambió el baloncesto», dijo Rubio. «Hay muchos jugadores que han marcado historia en el baloncesto, pero él es el que más ha puesto el baloncesto a otro nivel».
Una de las principales características de Jordan, según sus rivales, era que nunca paraba de hablar en la cancha.
«Hablaba con todos», recordó Wilkins. «Hablaba mucha basura con los rivales, los árbitros, entrenadores… con todos. Enfadaba de tanto que hablaba dentro de la cancha».
«Pero así era Michael Jordan», añadió. «Hizo lo que nadie hará jamás: Dejó el basquetbol para irse a practicar otro deporte (béisbol), volvió y de nuevo dio campeonatos a Chicago».