Washington (EFE).- Los inminentes festejos navideños serán los últimos, pero también los más patrióticos, de la familia del presidente George W. Bush en la Casa Blanca.
Todos los años, la Casa Blanca selecciona un tema para las decoraciones navideñas y en esta ocasión será "Rojo, Blanco y Azul", los colores de la bandera estadounidense, quizá para contrarrestar con el patriotismo la inquietud debido a la crisis económica.
Según explicó la primera dama, Laura Bush, el tema "es perfecto para nuestro último año, una fiesta patriótica, para celebrar nuestro país y también un año electoral".
Como parte de las decoraciones, este año se incluirán en el ala Este, la que se reserva a las recepciones y eventos oficiales, dos gigantescos cascanueces casi cuatro metros que representan al Tío Sam -la figura con barba y chistera que encarna a EEUU- y que darán la bienvenida a los invitados a la entrada.
Las ventanas del ala Este se adornarán con guirnaldas, algunas de las cuales colgarán de las garras de águilas calvas, el animal símbolo del país.
También se colocará un trineo a la antigua usanza, que conducirá un Papá Noel "patriótico" y estará cargado de paquetes envueltos en rojo, azul y blanco.
Otros adornos incluirán una reproducción de la Casa Blanca en pan de jengibre y chocolate blanco que ha llevado más de dos meses fabricar, estrellas y campanas con los colores de la bandera en el Salón Rojo y el Belén tradicional, hecho en Italia en el siglo XVIII, que se colocará en el Salón Este.
Sin embargo, la estrella, como no podría ser de otra manera, será el árbol de Navidad oficial, un abeto de 5,6 metros de alto procedente de Carolina del Norte.
El árbol estará decorado por 369 bolas y adornos, decorados a mano por artistas de cada estado del país seleccionados por los congresistas de sus distritos.
Cada adorno, según la Casa Blanca, se ha diseñado especialmente para "caracterizar el espíritu único y patriótico del estado o el distrito del artista".
Así, por ejemplo, Nuevo México se encuentra representado por una bola de Navidad decorada con dibujos de chiles, elaborada por el artista Darryl Willinson. Luisiana presenta una bola de Navidad en la que luce un cangrejo sonriente, "Santa Crab", sobre un fondo plateado, obra de Adrian Fulton.
Florida comparece en los adornos con una imagen playera del artista Edie Fagan, y California con una imagen del puente de San Francisco de Kevin Louis Barton.
En sintonía con los problemas causados por la crisis económica, la Casa Blanca reciclará este año algunos adornos utilizados en ocasiones previas, como seis reproducciones de hogares presidenciales que se exhibieron por primera vez en 2001 ó un despliegue de felicitaciones de Navidad de diez presidentes distintos.
Además, confesó Laura Bush, el tema patriótico "nos ha dado la oportunidad de reutilizar un montón de adornos rojos, porque teníamos un montón de ellos" pero además también "hemos recuperado otros adornos de Navidades pasadas, como hace todo el mundo, que baja las cajas de las decoraciones de otros años".
En total, durante la temporada de festejos navideños, la Casa Blanca tiene previsto ofrecer 25 recepciones y siete cenas y acoger a unas 60.000 personas.
El menú para esas ocasiones ya está también planificado e incluirá desde una tabla de quesos estadounidenses hasta jamón de Virginia o camarones del golfo de México, sin olvidar postres como un pastel de coco -la Casa Blanca tiene previsto servir un total de 250 de estos dulces-, tarta de calabaza o tronco de Navidad.
También habrá galletitas moldeadas con la forma de las mascotas de la Casa Blanca, los perros Barney y Miss Beazley y la gata Kitty.
Pese a todos esos preparativos, la familia Bush no tiene previsto pasar la Navidad en la Casa Blanca. En su lugar, lo hará en la residencia campestre de Camp David, donde han celebrado esta fiesta durante los ocho años del mandato de Bush y los cuatro del mandato de su padre, George Bush.
El año próximo, admite la primera dama, las Navidades serán muy diferentes. "Desde luego, no serán tan elaboradas. Puede que yo misma sea la que cocine", afirmó.