Es muy atrevido predecir sin tener una bola de cristal y si la tuviese no dejaría de serlo, sobre todo frente a una situación tan inestable e insegura como la presente en que las tendencias se revierten con frecuencia inusitadas. Ya no se puede pronosticar el más elemental comportamiento atmosférico en las cuatro estaciones del año.
Sin embargo, las personas toman decisiones fundamentadas en sus percepciones y plasman las perspectivas según sus respectivos estados de ánimo, ya sea optimista o pesimista. Esa dosis emocional tiende a distorsionar el enfoque.
De todas maneras, es obvio que no se puede vivir en el pasado (algunos tratan) y aunque se vive en el presente, las decisiones que se toman constantemente tienen siempre consecuencias futuras. Por lo tanto se está obligado a tener una visión clara de lo que probablemente puede suceder en un periodo de tiempo determinado, y eso es esencial para ejecutar algún plan sea de la índole que sea. Esa acción tiene un componente especulativo el cual se reduce conforme a la naturaleza, veracidad y exactitud de los elementos que se deben conjugar junto con las variables así como la profundidad del análisis y las técnicas aplicadas, siempre en un contexto realista. En las condiciones actuales también se requiere revisar el resultado o pronósticos con frecuencia ya que los continuos e impredecibles cambios lo exigen. Por supuesto si no se divulga las conclusiones del análisis no hay pronóstico, y por consiguiente no existe el riesgo de que se sea catalogado como un “charlatán” irresponsable, particularmente por aquellos que convencidos de las predicciones ajenas, actúan en base a ellas con resultados imprevistos.
No obstante, lo anterior, me atrevo a expresar públicamente las conclusiones de un ensayo sobre las perspectivas para el próximo año. Advierto que estos pronósticos no se fundamentan en un análisis profundo de los componentes seleccionados y las variables. Es más bien un ejercicio para provocar debates y crear inquietudes que obliguen a pensar. Además todos los pronósticos, aún los provenientes de las fuentes mas fidedignas deben ser analizados con cierto escepticismo para que el lector llegue a sus propias conclusiones que en el fondo son las que cuentan para él o ella.
ECÓNOMIA Y FINANZAS
• La recesión que sufren las principales economías se extenderá cuando menos hasta el tercer trimestre del año. Los datos que se publican en la actualidad indican que continuará el declive posiblemente hasta enero. Por lo tanto, los paquetes de estímulo que se han aprobado y las medidas adicionales o cambios que implemente el próximo gobierno de los EEUU a partir del 20 de enero, podrán frenar y detener el deterioro de la economía en ese país y en otros por su trascendencia, pero el retorno a un crecimiento sostenible no se prevé hasta el final del año o principios del 2010.
• La recesión y recuperación en Europa y Asia seguirá el mismo patrón que los EEUU mientras que las otras economías serán afectadas por esa situación en mayor o menor escala, dependiendo de sus respectivas dependencia de esos mercados; el flujo de inversión extranjera y en ciertos países como el nuestro se añade el impacto de las remesas del exterior.
• Las tasas de interés en los países desarrollados, se mantendrán baja. Es muy posible que la Reserva Federal reduzca aún más la interbancaria en un 0.5% del 1% actualmente vigente, en las próximas semanas. Futuros ajustes en las tasas de interés serán alcistas y dependerán fundamentalmente del impacto inflacionario resultante de la recuperación económica, pero eso no ocurrirá antes del último trimestre o en 2010.
• Durante el periodo de recesión preveo que el comportamiento del dólar de los EEUU frente a las monedas de algunos de sus principales socios económicos será la siguiente:
EURO |
$1.25 |
– |
$1.35 |
---|---|---|---|
Libra Esterlina |
$0.63 |
– |
$0.69 |
Franco Suizo |
$1.14 |
– |
$1.24 |
Dólar Canadiense |
$1.18 |
– |
$1.29 |
Yen |
$0.94 |
– |
$0.99 |
La recuperación de las economías debe crear una presión sobre el dólar americano, por los cual se anticipa que el valor de las monedas mencionada arriba apreciarán al final del año, posiblemente en un 5%.
• El valor de los productos primarios (commodities) continuará deprimidos con una recuperación prevista hacia el final del año. Anticipo los siguientes precios para los productos de interés para la República Dominicana:
Petróleo |
$45 |
– |
$70 |
---|---|---|---|
Oro |
$750 |
– |
$850 |
Plata |
$10 |
– |
$11 |
Níquel |
$10,250 |
– |
11,500 |
Azúcar |
$11.780 |
– |
$12,200 |
Cacao |
$2,280 |
– |
$2,400 |
Café |
$114 |
– |
$118 |
Este rango de precios obliga a extender la interrupción actual de la producción de FALCONDO, y no se prevé que reanude sus operaciones hasta tanto los precios del Níquel en el mercado internacional exceda los parámetros que permita obtener los márgenes de ganancias requeridos por la empresa.
Los gobiernos concentrarán sus esfuerzos en la recuperación económica. Los enormes recursos que se han destinado al fortalecimiento de las instituciones financieras limitará la disponibilidad de fondos para atender la demanda de los programas sociales por lo cual se pude vaticinar un aumento en los índices de pobreza a nivel mundial.
CONFLICTOS BÉLICOS; AMENAZAS Y RELACIONES INTERNACIONALES
• Basado en las declaraciones del presidente electo de los EEUU, durante el año veremos un cambio gradual en la estrategia de ese país en Irak y Afganistán, con una reducción gradual de efectivos militares en el primero y un aumento significativo en el segundo. Se anticipa una rebaja en los gastos militares relacionados con el desarrollo de sistemas sofisticados y costosos para compensar el costo de los efectivos desplegados en ultramar.
Al inicio del año y hasta que se cementen las relaciones del nuevo gobierno norteamericano con los otros gobiernos, se acentuará la tirantez entre los EEUU y Rusia mientras que la relaciones con Irán; Corea del Norte; Cuba; Venezuela; Bolivia; Ecuador y Nicaragua continuarán siendo conflictivas, no obstante las expectativas de acercamiento por parte de los EEUU.
No se prevé una solución sostenible a los conflictos bélicos en el continente africano ni una reducción en los actos terroristas particularmente en la India y Pakistán y continuarán los actos de piratería en las costas africanas.
REPÚBLICA DOMINICANA
Parece que se han disipado las dudas respecto al impacto negativo que la crisis mundial tendrá sobre el país. Los sectores más vulnerables son:
Turismo
Remesas
Exportaciones (Principalmente el ferro níquel)
Zonas francas
Inversiones extranjeras
La anticipada desaceleración en el crecimiento de esos sectores producirá una
reducción en las recaudaciones fiscales y en el flujo de divisas, al igual que un
aumento en el desempleo.
No obstante los beneficios asociados con la reducción en el precio de los combustibles, el talón de Aquiles de la economía nacional en el futuro inmediato sigue siendo la precaria situación del sector energético y la necesidad de la adopción de un plan de austeridad por las autoridades gubernamentales. Por otro lado la fuente de financiación para el Estado proveniente del acuerdo de Petrocaribe se elimina o reduce substancialmente con el precio de petróleo a los niveles previstos para el año venidero, aunque ese factor se compense parcialmente con la reducción en los subsidios al sector energético.
Sin la corrección del déficit en cuentas corrientes, sería contraproducente relajar
la actual política monetaria restrictiva. Por consiguiente la primera acción del gobierno para contrarrestar el anticipado impacto de la crisis mundial, debe ser el recorte significativo en sus gastos ya que de lo contrario la reactivación de la economía estaría expuesta al indeseado riesgo de un espiral inflacionario.
Las presiones sociales por los reclamos de los sectores más necesitados se acentuarán durante el 2009. También se intensificarán las demandas por los ajustes salariales lo cual aumentará las presiones sobre el sector empresarial en momentos en que este se enfrenta a una desaceleración de la economía. Si no se logra un acuerdo satisfactorio en las próximas semanas, existe el riesgo de la paralización en las actividades productivas con las consabidas consecuencias.
Sería desacertado mantenernos a la expectativa del resultado de las medidas correctivas adoptadas por los países que constituyen nuestros principales socios comerciales sin tomar precauciones con acciones decisivas. Se le puede atribuir la responsabilidad por la crisis mundial a los EEUU, pero el nivel del daño que esa situación puede causar en nuestro país depende significativamente de las medidas que adoptemos nosotros.
En estos momentos, sin la implementación de medidas pro-activas decisivas por parte de las autoridades pertinentes en coordinación con los principales sectores de la economía, estamos destinados a “más de lo mismo”. Desafortunadamente ese es el pronóstico para el país, “más de lo mismo”