El juez titular de la Cámara Administrativa de la Junta Central Electoral, José Ángel Aquino, afirmó que indiscutiblemente el sistema de partidos dominicanos está asediado en estos momentos por el clientelismo, el patrimonialismo y la narcopolítica.
Indicó que la política dominicana requiere con urgencia volver al discurso de las ideas, de las propuestas pragmáticas; al discurso que promueva proyectos de sociedad; ideales que logren inspirar a la juventud y sacarla de la indiferencia y el consumismo.
En su discurso de apertura del seminario sobre “Campañas Electorales”, Aquino expresó que es necesario abandonar la cháchara insustancial que degrada y aliena al pueblo, para convertir la política en instrumento de educación y promoción ciudadana.
El juez comicial dijo que no lograr someter a regulación las campañas electorales, en su desarrollo y funcionamiento, ha permitido que la política de la clientela se entronice en la mayoría de los partidos, permitiendo aquello que tengan dinero legal o ilegal resulten con posibilidades de ser electos.
Asimismo, destacó la alarmante penetración que ha logrado en la sociedad dominicana la delincuencia internacional y las drogas, lo que le obliga a luchar con fuerzas para que en las elecciones del 2010 sean elegidos los mejores ciudadanos sin vínculo ni atadura a esos males.
Aquino manifestó que en República Dominicana la inmadurez de los partidos políticos y la falta de responsabilidad social de algunos medio de comunicación, impidió que en el 2008 se aprobara el Reglamento de Campañas Electorales, propuesto por la Cámara Administrativa.
Hizo un llamado a la cúpula de los partidos políticos y los medios de comunicación, para que permitan que en el país se comience a construir un nuevo sistema de competencia política que impida que el clientelismo y el narcotráfico se apoderen del sistema de partidos políticos.
A la apertura del seminario se dieron cita los catedráticos de The Georges Washington University de Estados Unidos, Jaime Durán y Santiago Nieto, entre otras personalidades.