Pekín (EFE).- La reunión que mantuvieron el presidente francés, Nicolás Sarkozy, y el Dalai Lama supone una "grave intromisión" en los asuntos internos de China, señaló el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Liu Jianchao, en un comunicado de prensa recogido hoy por la agencia oficial Xinhua.
Dicha entrevista "interfiere de manera grave en los asuntos internos de China y ha herido duramente los sentimientos del pueblo chino", expuso Liu.
Asimismo, el portavoz del ministerio urgió al también presidente de turno de la Unión Europea (UE) a "considerar seriamente las preocupaciones chinas", "adoptar una actitud adecuada" y "corregir su error".
Tras conocerse la intención de Sarkozy de reunirse con el Dalai Lama durante un encuentro con diversos premios Nobel de la Paz en Gdnask (Polonia), el Gobierno chino decidió aplazar la cumbre UE-China que debía celebrarse en Lyon (Francia) esta semana.
La prensa local tachó la entrevista de "decisión imprudente", "precipitada", y que "no sólo hiere los sentimientos del pueblo chino, sino que mina las relaciones sino-francesas".
Para los medios del país asiático, la reunión entre Sarkozy y el líder espiritual tibetano "ha obstruido el proceso de diálogo, cooperación e intercambio entre China y la UE".
La responsabilidad de esta "decisión desatinada" y de "la actual situación problemática en las relaciones" sino-francesas "no es de China", apuntó agencia oficial de noticias, Xinhua.
El aplazamiento de la cumbre entre China y la UE fue secundada además por gran parte de los internautas chinos, que expusieron sus opiniones a través de varios foros de internet.
"El asunto del Tíbet toca los intereses internos de China. Quien cruce esa línea tendrá que pagar por ello, y no es algo que ni el pueblo chino ni el francés querrían ver", escribió un internauta identificado como Qiu Jianming en un foro del sitio web "news.cn".
Otro añadió que "no es la primera vez que Francia ha usado el asunto del Tíbet para interferir en los asuntos internos de China". China invadió el Tíbet en 1950 y el Dalai Lama huyó al exilio nueve años después, tras un levantamiento frustrado contra el Gobierno chino.
Desde entonces ha vivido en la India y viaja alrededor del mundo para promover su causa, mientras es reverenciado por el pueblo tibetano y está proscrito por las autoridades chinas.