San José (EFE).- Centroamérica y la República Dominicana son unas de las zonas más peligrosas para los sindicalistas, quienes sufren discriminación y atentados contra sus vidas, señaló hoy un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El estudio "Estado Actual de la Libertad Sindical y la Negociación Colectiva en Centroamérica y República Dominicana" presentado hoy en Costa Rica, fue elaborado con datos sobre las denuncias presentadas ante el Comité de Libertad Sindical de la OIT.
Centroamérica y la República Dominicana son consideradas como zonas del mundo donde "la labor sindical implica riesgos a través de casos de amenaza de muerte, de tortura, agresión física", indica el informe.
El estudio señala que desde el año 2000 el Comité de Libertad Sindical de la OIT ha recibido 89 denuncias de sindicalistas centroamericanos, lo que representa un aumento en comparación con las 72 registradas entre 1990 y 1999.
En esta región "existe una paradoja entre el reconocimiento internacional de los derechos fundamentales de libertad sindical y la persistencia de actos graves de violación contra esos mismos derechos", según el informe.
Estos datos se presentaron hoy en el marco de la conferencia "Promoción y Defensa de la Libertad Sindical y la Negociación Colectiva", que se celebra hasta mañana en San José, con la participación de sindicalistas de Centroamérica y la República Dominicana.
El texto señala que los compromisos laborales incluidos en el Tratado de Libre Comercio (TLC) firmado por estos países con Estados Unidos en 2004, "no han ayudado a un mejoramiento de las condiciones prácticas del ejercicio de la libertad sindical y de la negociación colectiva".
Agrega que entre 2004 y 2007 el Comité de Libertad Sindical examinó 51 quejas, un 29 por ciento más que el número de casos planteados entre 2000 y 2003.
"Si bien los países cuentan con los marcos normativos y legislativos relacionados con el ejercicio de los derechos de libertad sindical, de asociación y de negociación colectiva, todavía tienen serios desafíos en lo que respecta a su aplicación efectiva", añadió.
Entre las principales limitaciones a la libertad sindical en la zona se destacan restricciones al derecho a la huelga, las exigencias "desproporcionadas" en cuanto al número de trabajadores indispensable para formar un sindicato y la prohibición de que los extranjeros ejerzan dirección en los sindicatos.
Otro problema detectado es la baja velocidad de sus sistemas de justicia, en la resolución de asuntos como la reinstalación de trabajadores vinculados con casos de despidos ilegales y sanciones a las agresiones físicas.
