Washington (EFE).- Un informe de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer alerta de la tendencia creciente de esta enfermedad que, según sus cálculos, se cobrará la vida de 17 millones de personas al año en el 2030, frente a los 7,6 millones del 2007.
Así figura en el "Informe Mundial del Cáncer 2008", que ha presentado hoy la Agencia (IARC, por su sigla en inglés), vinculada a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los expertos que han elaborado el estudio destacan que la incidencia de esta enfermedad se ha duplicado a nivel mundial en los últimos 30 años y advierten de que, si no se interviene pronto, seguirá creciendo de manera exponencial en los próximos años.
El informe pone como ejemplo que en el año 2030 habrá 27 millones de casos nuevos de cáncer, lo que elevará a 75 millones de personas las que vivirán con este mal en el mundo y se traducirá en una tasa de mortalidad anual de 17 millones de personas.
Estas cifras suponen un fuerte incremento con respecto a las de 2007, cuando se registraron 12 millones de nuevos casos de cáncer, 5,6 millones de ellos en países en desarrollo, y 7,6 millones de muertes, de las que 4,7 millones se dieron en economías en desarrollo.
El estudio destaca que la enfermedad está creciendo con mayor velocidad en los países de ingresos medios y bajos, que tienen menos recursos para combatirla.
No obstante, los países desarrollados no se libran de esta enfermedad, debido a un estilo de vida que favorece los malos hábitos, como la adicción al tabaco, seguido de la mala alimentación y la falta de ejercicio.
Con cerca de 1.300 millones de personas adictas a la nicotina en el mundo, el tabaco sigue siendo, dice el informe, la principal causa de cáncer y también la más evitable.
También los países en desarrollo sufren los males del tabaco, que genera el 12 por ciento de sus casos de cáncer, un porcentaje que sigue creciendo, mientras que otro 25 por ciento encuentra su origen en enfermedades crónicas.
El informe alerta de que, dado que hay una brecha de 40 años entre que se producen cambios en los hábitos del tabaco y se reduce la enfermedad, se cree que lo peor en los países en desarrollo está todavía por llegar.
El estudio advierte también de que, dada la tendencia actual, la tasa de enfermedad y muerte por cáncer se incrementará una media de un punto por año.