El presidente de la Asociación de Empresas Industriales de Herrera, Manuel Cabrera, saludó la convocatoria de "las fuerzas vivas de la nación" para analizar los problemas más importantes del país, hecha por el presidente Leonel Fernández en el discurso pronunciado la noche del lunes.
Manifestó que definitivamente, el sector empresarial está dispuesto a participar en el diálogo propuesto por el mandatario para que a partir de enero se aborde la problemática que afecta la República Dominicana.
El empresario recordó que el sector industrial que encabeza desde hace algunos meses ha sugerido la convocatoria de representantes de las diferentes entidades sociales para abocarse al análisis de los principales males que afectan la población.
Entre los problemas más acuciantes del país, Cabrera citó el energético, el que dijo debe ser tratado dejando a un lado las consideraciones políticas para que las propuestas de solución sean aceptadas por todos los sectores.
Cabrera valoró que un aspecto indispensable para que los problemas tratados sean enfrentados con éxito es que se parta de una visión de futuro y el compromiso de cada sector cumplir con lo acordado.
Sostuvo que debe definirse una agenda que signifique un plan de desarrollo a largo o mediano plazo, basado en el mejoramiento de la educación, "porque ese ha sido el origen de todos los males de la República Dominicana".
En otro orden, Cabrera definió como "sagrados" los fondos de pensiones del sector laboral, porque estos representan la garantía de una vejez digna de los trabajadores, por lo que a su juicio deben ser intocables.
"Esa ha sido la conquista más importante que ha alcanzado el pueblo dominicano, por lo que la utilización de los fondos de pensiones debe hacerse con el mayor cuidado posible. Si se van a invertir, como dijo el Presidente, ello requiere la mayor garantía de retorno", dijo.
Se preguntó cuáles son las garantías que dijo el mandatario tendría el uso de los más de 60 mil millones de pesos descontados de los salarios de los trabajadores, por lo que solicitó mayores explicaciones en ese sentido, "porque esos fondos son sagrados".
Cabrera resaltó el impacto de la crisis mundial en la economía dominicana, cuyos efectos se sentirán en la disminución de las remesas y el turismo, indicando que de los casi seis mil millones de dólares y euros que envían los dominicanos a sus parientes, la reducción podría ser considerable el año entrante, lo que se traducirá en una baja en el consumo y, por tanto una baja en el movimiento comercial del país.