El director de Solidaridad Fronteriza, padre jesuita Regino Martínez Bretón, denunció este miércoles que la frontera domínico-haitiana se ha convertido en nido de corrupción y desórdenes, donde se vive un “sálvese quien pueda” institucionalizado.
“Ahí hay un desorden permanente, pese a la gran cantidad de agentes del Cesfront (Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza Terrestre), inspectores de Aduanas y el Ayuntamiento, nadie hace nada, todos se la buscan: es una corrupción institucionalizada, que es peor”, precisó el sacerdote.
Entrevistado en el programa “El Despertador”, el religioso precisó que el gran problema en la zona del deslinde entre República Dominicana y Haití, se debe a la falta de supervisión, “porque las autoridades se benefician en río revuelto”.