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El misterio de los contratos eléctricos

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Se ha dicho que la única solución al problema energético que mantiene  a la República Dominicana  en la más absurda tiniebla, es la renegociación de los contratos que mantiene el Estado dominicano con los generadores, debido a lo nocivo que son al interés nacional, pero se ha hecho difícil dar un paso en ese sentido.
 
El Vicepresidente Ejecutivo de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (Cdeee), Rubén Bichara, ha manifestado su interés en que esos contratos que mantienen atado al gobierno dominicano sean renegociados para ponerle fin a una tradición que nos ha sumido en el atraso y el subdesarrollo desde el ajusticiamiento de Rafael Leónidas Trujillo.
 
Lo lamentable de todo es, que mientras se mantienen esos contratos eléctricos, con las estipulaciones que perjudican al pueblo dominicano, los organismos internacionales en vez de sugerir al gobierno y a la sociedad dominicana en su conjunto la recisión de los mismos, lo que hacen es solicitar el aumento en el costo de las facturas, promoviendo de esa manera mayores angustias e indignaciones entre los usuarios que pagan ese mal servicio.
 
Mientras todo eso sucede, existe un grupo de empresarios y de políticos, que hace décadas viven cómodamente del negocio que le dejan esos contratos leoninos , y que por esa atadura han hecho a la mayoría de los gobiernos que hemos tenido incapaces de renegociarlos en base a defender la soberanía y el interés de la colectividad nacional.
 
En un momento determinado, se pretendió confundir a la población con la desacertada y vaga impresión de que el problema de los apagones  se debía fundamentalmente al robo de la energía eléctrica, pero gracias a Dios que aunque ha sido tarde, los dominicanos ya estamos conscientes de que no se trataba de esa falsa percepción que se vendió desde los sectores interesados en mantener la vigencia de esos contratos, sino que todo ese desastre ha tenido su origen y se mantiene aun latente por la forma en que fueron firmados por las autoridades gubernamentales y los generadores eléctricos.
 
En el entendido de que para mantener esos benditos contratos ya no habrá que buscar más excusas, porque como todo el mundo conoce las causas y los orígenes de los apagones, ahora se impone que todo el gobierno y la sociedad dominicana en su conjunto proclamemos el fin de los mismos autorizando al Vicepresidente de la Cdeee a tomar las medidas que haya que tomar para comenzar desde ya la renegociación de los mismos.
 
El gobierno ni la sociedad deben permitir que el país se mantenga viviendo en la incertidumbre de los largos y molestosos apagones por mantener unos contratos que solo benefician a un grupito de personas que durante décadas le han sacado el jugo a la población en perjuicio de la  nación en su conjunto. Eso es demasiado y lo demasiado hasta Dios lo ve, como dice el prójimo.
 
El Estado dominicano no está en condiciones de seguir invirtiendo tantos recursos económicos en el subsidio a la Cdeee, tan solo para cumplir con el pago de un servicio malo y costoso, porque los compromisos y las comisiones que se pagan a los dueños del negocio lo han encarecido a costa del sacrificio de todos.
 
Por lo tanto, para evitar que continuemos en este círculo vicioso y que nos tenga al borde de la desesperación, el gobierno no puede postergar un mes más la renegociación de los contratos y tal y como prometió el presidente Danilo Medina, la renegociación de los mismos debe iniciarse tan pronto como se concluyan las discusiones de la Reforma Fiscal y el Presupuesto Nacional.
 
De manera que como dice el slogan del nuevo gobierno: Manos a la obra, con la renegociación de los contratos de electricidad, que mantienen al pueblo dominicano en la miseria y el atraso, para que por fin se haga algo diferente a lo que siempre se ha hecho que es afectar el interés nacional por beneficiar a unos cuantos arribistas y enemigos del bien común.
agendasemanal@hotmail.com
 

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