Los Yankees llegaron al paseo de Las Vegas Boulevard empeñados en mejorar su rotación de lanzadores y pescaron al mejor lanzador disponible en la agencia libre, el zurdo C.C. Sabathia.
También se colocaron en buena posición para agregar al derecho A.J. Burnett, el segundo abridor más importante en la lista de disponibles.
Los Mets, que tuvieron el bullpen más incapaz entre todos los equipos contendores del 2008, no solamente consiguieron al mejor cerrador sin trabajo, el venezolano Francisco Rodríguez, sino también a otro que tenía su puesto garantizado en Seattle, el norteamericano J.J. Putz, para formar una dupla de ensueño al final de los partidos.
Por supuesto que nada es gratis en Las Vegas, ni aún cuando los dados caen exactamente del lado que buscábamos.
Para agregar a Sabathia a su rotación, los Yankees debieron pagarle casi su peso (290 libras) en oro: 161 millones de dólares por siete años. Completar la adquisición de Burnett costaría altrededor de otros $85-90 millones.
Los Mets pagaron $37.5 millones de dólares a Rodríguez, quien tendrá la posibilidad de elevar a casi 39 millones el costo final del contrato con algunos incentivos, y siete jugadores para cazar a Putz, el lanzador Sean Green y el jardinero Jeremy Reed.
Nueva York envió a los grandesligas Aaron Heiman y el jardinero venezolano Endy Chávez y los jugadores de ligas menores Maikel Cleto (pitcher derecho dominicano), Ezequiel Carrera (jardinero venezolano), Jason Vargas (lanzador zurdo) y Mike Carp (primera base) a los Marineros y al relevista de Grandes Ligas Joe Smith a Cleveland en un movimiento que involucró a 12 jugadores de tres clubes.
Independientemente del costo y el futuro de los jugadores adquiridos, Mets y Yankees claramente se llevaron los titulares positivos en una de las reuniones invernales más activas de los últimos tiempos.
Seattle, que está enfocado en una reesctructuración, obtuvo un quinto abridor en Heilman y un jardinero sustituto en Chávez, pero más importante, un gran talento para dentro de poco tiempo en Cleto y Carp, principalmente.
Detroit fue un ganador, aunque en menor escala.
Los Tigres consiguieron al abridor Edwin Jackson desde Tampa Bay y ficharon a los torpederos Adam Everett ($1 millón) y Ramón Santiago ($825 mil).
Por supuesto que los grandes perdedores fueron los Angelinos de Los Angeles, que no solamente dejaron escapar a Rodríguez, sino que además comenzaron a despedirse del primera Mark Teixeira, quien fue cortejado seriamente por Baltimore, Boston, Washington y Yankees esta semana.
Anaheim tampoco pudo ganar la carrera por Sabathia a los Yankees y aparentemente tampoco lo harán con Burnett o Derek Lowe y tendrán que resignarse a tratar de retener a Jon Garland.
Los Cachorros de Chicago salieron bastante maltrechos. Primero, no consiguieron el bate que buscaban (Milton Bradley, Raúl Ibáñez, Bobby Abreu) para los jardines; segundo, no completaron el cambio para arrebatar al estelar lanzador Jake Peavy a los Padres de San Diego, y tercero, no cambiaron la noción general de que están en quiebra a pesar de que repitieron hasta el cansancio que Chicago no tiene nada que ver con la declaración de bancarrota de la compañía Tribune Co., dueña de los Cubs.
Es como si un amigo nos revelara que acaba de perder su sueldo completo jugando a la ruleta y que necesita 20 dólares para tomar un taxi para regresar a casa, pero al mismo tiempo insista en asegurar que eso no afectará la vida normal de su familia.
Aún falta mucho tiempo antes que los equipos tengan que reportarse a los entrenamientos primaverales y casi 150 peloteros continúan sin saber donde jugarán en abril, incluyendo a los estelares Teixeira, Manny Ramírez, Rafael Furcal, Pat Burrell, Adam Dunn y Bobby Abreu.
Mientras una gran fila de ejecutivos se dirigía al aeropuerto McCarran para abandonar Las Vegas y regresar a sus hogares, los altavoces del hotel Bellagio sonaban de forma merecida las pegajosas notas de "New York, New York" de Sinatra.