La iniciativa podrá experimentar tropiezos, es desafiante para las entidades que tendrán que velar por la realización de las obras, pero es sin duda alguna, innovadora, redistributiva e impactante. Danilo Medina se comprometió a crear una sociedad de oportunidades y sus acciones delinean claramente ese propósito.
Diez mil millones de pesos dispuestos en varias entidades para otorgar préstamos de bajos intereses a micro, pequeños y medianos empresarios, más diez mil millones de pesos destinados a construcciones y reparaciones de escuelas a nivel nacional, en un esquema de sorteos que integra a muchos ingenieros imposibilitados de ganar licitaciones habituales por carecer de capital, es también una forma de cumplir otra promesa: ampliar el tamaño de la clase media.
Para la mayoría de los profesionales de la ingeniería civil, ningún momento había sido tan estimulador, como nunca ha sido beneficiado el Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (CODIA), de un proceso de activación de membrecía, uno de los requisitos para participar en los sorteos, pero cientos de los ingenieros ni estaban liquidando sus obligaciones con la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), ni con la Tesorería de la Seguridad Social, y en un abrir y cerrar de ojos están regulando su situación y dotándose del registro de proveedores del Estado.
El ingeniero Manuel Inoa Liranzo, produjo un estudio del impacto económico del programa de construcciones y reparaciones de aulas, del que se extraen las siguientes conclusiones: de los 10 mil millones que el gobierno destinará a las construcciones de aulas, el 80%, es decir ocho mil millones serán invertidos en la compra de materiales y equipos de construcción y en el pago de mano de obra, que entre técnicos y obreros de la construcción se manejarán 2,400 millones de pesos, mientras que ferreteros y suplidores de agregados y equipos, se moverán en los primeros seis meses 5 mil 600 millones.
Por concepto del 10% de beneficio de ley, los 372 ingenieros que resulten beneficiados manejaran mil millones de pesos, alcanzando un per cápita de 2.7 millones de pesos, lo que le representa un ingreso mensual de 450 mil pesos, pero además de los 372 ingenieros contratistas para supervisar las obras se requerirán 186 ingenieros adicionales, un supervisor por cada dos obras, que se beneficiarán con el 3% contemplado para ese capítulo, 240 millones, pero además 320 millones irán a los comercializadores de seguros y fianzas, y otros 240 millones irán al personal administrativo.
Impuestos Internos espera no menos de 160 millones de ITBIS, y los ingenieros que no ganaron han quedado habilitados para otras oportunidades.
Si agregamos esto al crecimiento económico de las personas que serán dotadas de títulos de propiedad tanto en las metrópolis como en la zona rural, y el progreso de los productores agropecuarios, tenemos centenares de familias dándole el adiós a la pobreza.