Transportistas y estudiantes han estado de huelga en los últimos días, los reclamos de los primeros van dirigidos a impedir que excluyan de las rutas del Metro a más de 6 mil choferes y cobradores que ofrecen sus servicios en concho desde la Feria hasta Villa Mella.
Decenas de militares custodiaron el perímetro del local donde se hallaban los huelguistas, a fin de impedir incidentes entre estos y las personas que transitan en sus vehículos. Ojalá pudieran los dominicanos y dominicanas asaltados en las avenidas, a veces en pleno día, contar con la inmediata ayuda de los agentes…
Desde la Universidad Autónoma de Santo Domingo, los estudiantes se mantuvieron en huelga de hambre en demanda de soluciones para los problemas que se han presentado durante en el proceso de reinscripción.
El rector de dicho centro, Franklin García Fermín, habló del interés por resolver las exigencias de los estudiantes, no sin antes pedir “un compás de espera (…) porque el problema no se resuelve de la noche a la mañana”.
Así van las cosas por este mundo. Los “ahoritas” y los “después” marcan incidencias que agudizan la situación social del país. En realidad, los largos tapones en las avenidas, las expectativas de ver cuán difícil se halla el llamado “sistema del diálogo”, hacen que las penurias se agudicen.
Ya pasamos por los paros médicos, de las enfermeras…Algo así como si el país estuviese paralizándose paulatinamente, de sector en sector. Y siendo así, lo aconsejable sería detenernos todos y profundizar en el análisis.
Porque ya es hora de que actúen aquellos que tienen en sus manos el poder de decidir cómo ofrecer una mejor educación a la nación, una salud óptima, sobre todo preventiva y un sistema social que, sin hablar de igualdades, ayude a brindar por la equidad. Sólo así podríamos iniciar un nuevo año con bienaventuranzas y bendiciones.