Ginebra (EFE).- Noventa y cinco periodistas fueron asesinados en 32 países en el 2008, según denunció hoy la Campaña Emblema de Prensa (PEC).
Esta cifra es inferior al récord alcanzado el año pasado, cuando fueron asesinados 115 reporteros, un retroceso que se explica por el mejoramiento de la seguridad en Irak.
Según los cálculos de la entidad, en los últimos años fueron asesinados un promedio de dos periodistas por semana, sin contar los centenares de ellos que fueron heridos, secuestrados, amenazados, o encarcelados en países como Birmania, China, Zimbabue o Eritrea.
Según la PEC la situación de los periodistas ha empeorado en el 2008 en México, Pakistán, India, Tailandia, Rusia, Filipinas, Georgia y Croacia.
Sin embargo, se ha podido constatar una mejoría en Somalia, donde se registraron dos muertos en comparación a los ocho del 2007, y en Sri Lanka, donde hubo dos fallecidos frente a los siete del año pasado.
Irak sigue siendo el país más mortal para los reporteros, con 15 fallecidos contabilizados en el 2008, aunque el número es notablemente menor que el de 2007, cuando hubo 50 periodistas asesinados, lo que representa un descenso del 70 por ciento.
Desde el inicio de la guerra, en el 2003, 265 periodistas han perdido la vida en el país árabe.
México es el segundo país más peligroso en el mundo para los reporteros, dado que este año ya ha perdido la vida nueve de ellos. Seguido de Pakistán (8), India (7), Filipinas (6) y Georgia (5).
Entre los diez primeros lugares también se encuentra Rusia (5) y Tailandia (4), y se contabilizaron dos muertos en Colombia, Venezuela, Afganistán, Somalia, Croacia, Nigeria, la República Democrática del Congo, Nepal y Sri Lanka.
Un periodista fue asesinado en 2008 en Irán, República Dominicana, Ecuador, Panamá, Bolivia, Uganda, Honduras, Brasil, Níger, Guatemala, Burundi, Kenia, Camboya y Zimbabue, además de en Gaza. Según la PEC la gran mayoría de los periodistas asesinados fueron blanco en razón de su profesión.
"Se trata de asesinatos deliberados destinados a eliminar a un individuo, en razón de sus investigaciones o de sus opiniones contrarias a las de grupos armados, de grupos políticos, de redes criminales o de intereses locales", reza el comunicado emitido por la entidad.
Las causas accidentales, como la explosión de una bomba o una bala perdida, representaron este año cerca de un diez por ciento del total de los decesos.