Leímos en medios digitales y en un diario impreso de circulación nacional la postura del ex magistrado español, Baltasar Garzón, en torno a la corrupción como “delito trasnacional”.
Garzón, que a enfrentado judicialmente a varios turpenes oficiales y privados ligados al narcotráfico, al terrorismo de estado y a la violación de los derechos humanos, a dicho que a los corruptos debe aplicárseles los mismos principios de la jurisdicción global y tipificarlos como criminales internacionales.
La posición del jurista ibérico, hecha en Brasilia, en el marco de la clausura de la “XV Conferencia Internacional Anticorrupción”, a muchos dominicanos nos gustas, porque amplios sectores de la población en estos momentos reclaman que los responsables de la abertura del abismo económico dejado por la administración del gobernante Partido de la Liberación Dominicana y del ex presidente Leonel Fernández, respondan por el daño que le han causado a la nación.
Aquí, simplemente, no nos oponemos a la reforma fiscal por los niveles de impuestos que pesarán sobre los hombros de las mujeres y los hombres de la ciudad y el campo; sino a un grupo reducido de políticos, que fueron al estado, se enquistaron en el poder, salieron con los bolsillos llenos y hoy no pueden justificar la abundancia que exhiben.
Estos señores abrieron una tronera de 187 mil millones de profundidad, embargaron al país y llenaron sus árganas de papeletas y hoy, a golpe de ley, pretenden cobrársela a los que nada tienen.
Esos mismos señores, que una vez dividieron el país en dos: “entre corruptos y peledeístas”, y que se confabularon con reformistas para fabricar álbumes de corrupción, hoy no saben decir cómo han conseguido tanto dinero. La ciudadanía está exigiendo a los peledeístas que expliquen de dónde tanta fortuna para guardarla en bancos extranjeros, adquirir despampanantes palacetes, mansiones de lujos, avionetas, yipetas y el por qué de la nada, dieron el brinco del gigante.
Ese “Nueva York Chiquito” que asombró a Leonel Fernández, quien al abordar un helicóptero observó la grandeza de su gobierno, convertida en enormes edificios y apartamentos lujosos tendrá que ser explicado al pueblo que lo está demandando en las calles, porque los ciudadanos no estamos dispuestos a pagar el precio de un desgraciado espectáculo del cual no participamos.
Indelicadezas moradas
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
Story
Page