LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
La máxima aberración constitucional que en 168 años se ha mantenido intacta son las ilimitadas atribuciones del Presidente de la Republica, lo que consagra la inmortalidad de Concho Primo. Esto sumado a la herencia ominosa de la impunidad y el irrespeto sistemático de los gobernantes a la institucionalidad de las leyes. Con toda razón, ocho décadas atrás Américo Lugo y José Ramón López dudaron de que esto fuera nación, pueblo de identidad definida y destino soñado y un verdadero Estado con una Constitución libertaria con justicia para todos.