Cuando estética y estilo marcan una vocación

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||

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Con la tijerita que su padre se arreglaba el bigote y un espejito colgado en un horcón, la niña Juana María Arias Barreiro intentaba hacerse un corte de pelo, mientras su progenitor la miraba con recelo y le advertía que iba a dañarse los cabellos.
 
De todos modos, ella seguía con el intento. Quizás fueron estos, como afirma décadas después, los primeros pasos de su vocación como estilista y asesora de imagen, que empezó a aflorar entonces…
 
Invitada especialmente para participar en el programa radial y televisivo Qué Pasa Hoy, transmitido por este multimedios Dominicanoshoy.com, la joven empresaria contó con entusiasmo el camino recorrido desde su salida de su pueblo natal, en Azua de Compostela, hasta la capital.
 
“En el 1985, con tanta necesidades en mi familia, no podía ir a la universidad y dije: bueno como esto es lo que yo sé hacer, voy a prepararme y me encontré con una persona maravillosa, Josefina Jiménez, con quien empecé a especializarme. Me fue de maravilla”, relata.
 
Tras su traslado a Santo Domingo comenzó laborar en un salón de belleza, hasta que un día enfermó y se dio cuenta que no podía seguir dependiendo de un salario: “Fue en ese momento que decidí buscar apoyo económico para instalar mi propia peluquería y convertirme en una microempresaria”.
 
Dentro de las anécdotas más preciadas de Juana María Arias está el haber ganado el primer lugar en un concurso, el cual consistía en maquillar, cortar, peinar y vestir correctamente a una mujer.
 
La empresaria se define como una mujer independiente, emprendedora y trabajadora desde los 14 años de edad, con una tenacidad que la ha llevado a salir adelante como madre soltera de dos jóvenes, uno graduado de la universidad y otro en vías.
 
Considera que el fruto de su éxito lo ha cosechado porque se ha preparado hasta convertirse en una experta en estilismo, participando en seminarios y talleres nacionales e internacionales, ya que desde muy temprano entendió que una buena peluquera necesita estar actualizada para ofrecer un mejor servicio.
 
“En esta empresa que he forjado me ha tocado prepararme, porque es un negocio que demanda mucho y el cliente exige cada día más”, subraya.
 
Salón María
 
El salón que lleva el nombre “María”, ubicado en la Privada, número 45, casi con Rómulo Betancourt, en el Mirador Sur, ofrece los servicios de estética, maquillaje para novias y quinceañeras, cumpleaños, pedicure, manicure, corte, coloración y asesoría de imagen.
 
Juana María Arias reflexiona sobre la selección de su personal y funcionamiento de ese centro de belleza:
 
“Regularmente, resulta un poco complicado la selección del personal. Primero, pongo un aviso en la prensa; a continuación entrevisto a la persona interesada en el puesto de trabajo, la pongo a prueba, la entreno y le digo en lo que debe mejorar.
 
“También le oriento sobre cómo debe conducirse y expresarse con los clientes. Determinamos así en cuál área es mejor. Pero, es un tanto difícil porque las personas no se están preparando para salir a la calle a trabajar. No es solo ir a la peluquería y estirarse el cabello. Hay que saber cómo llevar una conversación y vender un producto. Se requiere para esta labor mayor preparación”.
 
Arias atribuye la fama de las dominicanas como las mejores en peinar, debido a la mezcla que existe en el país y a la diversidad cultural. “Aquí tratamos pelo lacio, rizos, chino y crespo y por eso sabemos manejar cualquier tipo de cabello. Además, asistimos a nuestra clientela con mucho cariño”, expresa.
 
No hay dudas de que María Arias Barreiro posee un carisma muy particular, que le imprime aires irrevocables de optimismo, avalado por una carrera exitosa. -¿Estaría interesada en la docencia?, preguntamos.
 
“Sí, me he dado cuenta de la deficiencia que hay en las estudiantes egresadas de las escuelas de belleza y hasta de Infotep, por eso he pensado compartir mi tiempo con la docencia y en un futuro instalar mi propia academia”.
 
– ¿Y cuáles son los principales problemas que enfrenta en su microempresa?
 
“Lo primero es que no se cuenta con una entidad que ayude, pues cada quien debe poner un carro u otra propiedad en garantía a la hora de solicitar un préstamo, cuando el propio negocio debería ser el aval.
 
“Segundo, que a la hora de evaluar y cobrar los impuestos, lo hacen como si fuera una empresa grande, lo que va en detrimento del negocio, porque significa que pagará más de lo que produce. Y también está el problema de la energía eléctrica y lo caras que debemos costear dichas facturas”.
 
-¿Qué propondría al respecto?
 
“Pienso que en el país se deben tomar medidas concretas, porque estamos trabajando para que cada administrador que llega a la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (Cdeee), salga más rico con el dinero del pueblo.
 
“De todos modos, tengo la esperanza de que el presidente Danilo Medina ayude a quienes nos hemos planteado hacer crecer nuestras pequeñas empresas. Hasta ahora, él es el único que ha diseñado promesas para las microempresas y esperamos que cumpla con el apoyo prometido a ese sector”.
 
-¿Otros propósitos? ¿Dentro o fuera de República Dominicana?
 
“He trabajado en otras vertientes. Por ejemplo, en un negocio de comida. Encontré entonces una institución del Estado que me dio apoyo y dicho sea de paso aún me debe unos RD$400 mil y ¿le digo algo?: tengo familiares en Estados Unidos, especialmente una hermana, que me ha propuesto instalar un salón de belleza en ese país, pero siento que donde debo estar es aquí. Este es mi sentir, mi preferencia”.
 
-¿Finalmente?
 
“Me gustaría dejar claro que ninguna mujer debe tener miedo a los cambios. No tengan pena ¡háganlos! ¡Luzcan y sean diferentes!”.