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Sandy, el sur, el país

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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El Presidente de la República anduvo por el sur, ese sur que recuerda a Benedetti, cuando dijo en prosa poética que es “… aquí abajo abajo/ cerca de las raíces/es donde la memoria/ningún recuerdo omite…”.
Los daños ocasionados por las lluvias asociadas al huracán Sandy en la región Sur, son de esas cosas que denominamos “recurrentes”, porque ocurren una y otra vez y que en esta ocasión dejó incomunicadas 59 comunidades de Azua, 5 de San José de Ocoa, dos de Baní, 9 de San Cristóbal y 3 en Barahona.

En República Dominicana existe, lamentablemente, un “gen” que provoca olvidos o posposiciones, como quiera llamársele a ese afán por hacer “cosas grandes”, tan grandes que aplastan o dejan “para después” las imprescindibles pequeñas cosas que debían priorizarse.

Danilo Medina habló de la ocurrencia de fenómenos atmosféricos como algo  inevitable y esto es una verdad ineludible, como también lo es la poca preparación con que nos hallan estos eventos, pese a que cada año se declare por parte de las autoridades las temporadas ciclónicas y por ellas se hayan sufrido catastróficas consecuencias.
Medina supervisó los trabajos de reparación del puente Los Pilones, que colapsó con la crecida del río de Ocoa y mantiene incomunicada la región, y prometió que “el Gobierno adoptará las medidas necesarias para corregir los daños”. También dijo algo el estadista que merece reflexión, acerca de que “los fenómenos naturales son consecuencia de la contaminación por el atropello a la naturaleza”.
Pero, no solo necesitan ayuda el sur y las demás zonas recorridas por Danilo Medina en esta ocasión y, anteriormente, como la lesionada Barquita; en realidad, múltiples comunidades y barrios existen en condiciones de vulnerabilidad total. Equipos y corresponsales de este multimedios han constatado que una parte de la población no tiene condiciones para enfrentar huracanes, ni vaguadas, ni posee una información acertada sobre qué hacer, ni a cuál refugio allegarse cuando azotan “los malos tiempos”.
Ojalá el Gobierno de Medina deje menos megaobras que recordar y sí un sustento de “cobija” y protección para este “sur” que es la nación dominicana toda, esa que “con su esperanza dura” (cito y parafraseo otra vez a Benedetti) “…aquí abajo abajo, con el hambre disponible/ recurre al fruto amargo/ de lo que otros deciden/ mientras el tiempo pasa/ y pasan los desfiles/ y se hacen otras cosas…”

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