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Las mujeres han tenido grandes éxitos en su histórica lucha contra los sistemas de opresión y han mostrado su valentía al participar o dirigir organizaciones contra las peores dictaduras. Un ejemplo de esto lo fue la acción de las hermanas Mirabal y de las madres de los desaparecidos o muertos por la dictadura de Trujillo, lo que motivó a nivel mundial una acción de repudio contra la tiranía trujillista.
Las organizaciones femeninas valiente y públicamente resistieron la dictadura de Pinochet en Chile, las madres de mayo, en reclamo de la aparición de sus hijos, enfrentaron en todos los escenarios y con coraje la opresión de Videla, en Argentina y en Cuba, las Damas de Blanco, es la única institución que de manera pública ha podido mantenerse y realizar una lucha contra el sistema por varios años.
La lucha por el derecho al sufragio de la mujer costó años de esfuerzos y junto a la lucha contra la violencia a la mujer, la libertad de expresión, derecho a salir de la casa, el derecho sobre su propio cuerpo, se convirtieron en las bandera de todas las féminas, que unido hoy a un conjunto de reivindicaciones social, política y económica, la colocan en una posición avanzada.
La participación de la mujer en la política data desde la presencia de Cleopatra, en Egipto; Boadicea, en Inglaterra, algunas emperatrices en Asia; Catalina, La Grande en Rusia; Juana de Arco, en Francia; Anacaona, en República Dominicana; Indira Gandhi, en la India; Banazir Bhutto, en Pakistán y Eva Perón, en Argentina.
Cabe destacar que las mujeres no han asumido la dirección del Estado a través de golpes de Estado, tampoco la historia las registras como dictadoras. Al contrario, en América Latina la gestión presidencial de las féminas está calificada como buena o muy buena, como la de Eva Perón, en Argentina; Violeta Barrios de Chamorro, en Nicaragua; Cristina Fernández, en Argentina; Laura Chinchilla, en Costa Rica; Michelle Bachelet, en Chile y Dilma Rouseff, en Brasil.
Tampoco la historia registra a la mujer como promotora de violencia colectiva; Se conocen mujeres de carácter fuerte en sus administraciones, como el caso de Margaret Thatcher, en Inglaterra y de Ángela Merkel, en Alemania, pero son mujeres del sistema que han tenido meritos por su valor, integridad y capacidad.
En este proceso, la mujer se ha destacado en las diferentes áreas del saber: ciencias, deporte, política, música, arte y literatura, haciendo grade contribuciones a la humanidad, que van desde la fundación de la Cruz Roja por la norteamericana Clara Barton, la creación de la Radiología, por la polaca Marie Curie, hasta los primeros pasos de la computación por Ada Lovelace. Dejando establecido que en los países más avanzados políticamente, el aporte de la mujer ha sido más significativo.
Con el tiempo la mujer fue enterrando la idea machista de que ella era el “segundo sexo o sexo débil” y dejó de marchar a la saga del hombre, en las guerras, en la política, en la vida social y económica. Fruto del trabajo de mujeres como Simone de Beaver, pionera del feminismo en Francia, Susan Anthony, líder de la libertad del movimiento civil de los trabajadores en los Estados Unidos y otras que pusieron en alto el nombre de la mujer en todo el mundo y que ayudaron a fijar una posición clara de los objetivos de la mujer y sus instituciones.
Las féminas dominicanas estuvieron presentes en la lucha contra la invasión norteamericana de 1916, contra la tiranía de Trujillo, en la guerra de abril y en la lucha contra la política represiva del gobierno de Joaquín Balaguer.
Fueron las dirigentes femeninas del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), quienes forzaron a la dirección de esa organización a aplicar que el 33% de los candidatos a posiciones congresuales y municipales fueran mujer. Situación que hoy se cumple en todos los partidos políticos. La creación del Ministerio de Estado de la Mujer y las leyes en beneficio de la misma que existen en La República Dominicana, se lograron gracias al esfuerzo y la lucha de las mujeres organizadas en los partidos y en instituciones democráticas.
La participación de la mujer en los partidos político hizo posible que en gran parte del mundo, ocupen en la actualidad desde un 17% a un 37% de posiciones en los parlamentos, en las instituciones edilicias y los gabinetes presidenciales. En México, un acuerdo entre los distintos partidos logró una ley otorgándole un 40% en el Congreso y en las alcaldías, gracias al complemento de esa ley, hoy la mujer mexicana ocupa el 38% de los curules en el Congreso de la República
Esos escenarios de lucha, sentaron la base para que a mediado del siglo pasado, las mujeres concentraran su trabajo en crear y fortalecer sus organizaciones y en especial prepararse profesionalmente para la competencia, entendiendo que la administración del Estado requiere de capacidad profesional y administrativa.
Los informes ofrecidos por las universidades dominicanas establecen que el número de mujeres estudiantes a nivel superior supera ampliamente el de los hombres, solamente en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), la proporción es de 180,920 estudiantes, 120,151 son mujeres y solo el 60,769 son hombres. Sin embargo, aunque las mujeres son las que reciben más títulos universitarios, los hombres continúan siendo los que dirigen las empresas públicas y privadas.
Contrario a esa realidad, tenemos serios problemas con los adolecentes (varones), desde su niñez, una gran parte de ellos encuentran, desarrollan o buscan distracciones s que están impidiendo su realización personal: juegos electrónicos, de apuestas, vagancia (mental y física), fiestas, vicios: drogas, pandillas, alcohol y una vida sexualmente desorganizada. Esa realidad está creando un muro que impide que los hombres avancen y miren su vida y su futuro con responsabilidad y objetividad.
Las organizaciones femeninas en la República Dominicana tienen un gran compromiso, porque la mujer es la esperanza para una sociedad mejor. Con apenas un 25% de representación en el Congreso, con un 17% en el gabinete presidencial, con una situación económica precaria, un incremento de la violencia de género, una corrupción que ha tocado todas las puertas, una educación que ha marginado casi la mitad de la población. una niñez desamparada, una juventud olvidada con más de un 20% de las adolecentes embarazadas, más de un 1,400,000 madres solteras y casi 1,000,000 de hombres sin compromisos con sus hijos. Una sociedad donde la mujer no tiene derecho a practicarse un aborto; el escenario solo le deja, espacio para el compromiso en la lucha por una sociedad sin violencia.
La mujer, esperanza para una sociedad mejor
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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