Orlando Florida.- Continúa grave pero estable en el Centro Médico Regional de Orlando (Florida), la estilista dominicana Marcia Santiago de 44 años de edad y ex novia de Bradford Baumet (36), el hombre que por celos entró el viernes en la mañana al salón «Las Dominicanas M & M», asesinando a otras criollas identificadas como Gladys Cabrera, Noelia González y Eugenia Marte de 52, 28 y 37 años de edad respectivamente.
Marte era co propietaria del negocio junto a Santiago con quien había trabajado por varios años en otro salón del condado Seminole.
La ex compañera sentimental de Baumet, quien se suicidó en la casa de un amigo luego de cometer los crímenes, fue impactada por cinco balazos dijo el diario Orlando Sentinentel en su edición de ayer domingo.
Una fuente familiar que la inmigrante dominicana está conectada a una máquina de respiración artificial y aunque su estado es crítico, se mantiene estable, aunque los médicos a cargo mantienen un pronóstico reservado a la espera de su evolución.
Los asesinatos han conmovido a la comunidad dominicana en Orlando y al estado de La Florida. El celoso criminal tenía un largo prontuario judicial que incluye arrestos por otros casos de acoso y violencia doméstica.
El día de los asesinatos en el salón, Santiago y el victimario tenían una cita a la 1:30 de la tarde en la Corte Superior del Condado Orange donde un juez decidiría si una orden de protección (alejamiento) temporal que habían solicitado Santiago y Marte contra el asesino, pasaría a ser permanente a partir de esa fecha.
Cabrera y González eran clientas del salón y estaban esperando sus turnos para ser arregladas ese día. Otras dos dominicanas lograron salvarse milagrosamente del tiroteo al esconderse una en el baño y la otra huir por la puerta trasera.
El periódico de Orlando también divulgó el audio en el que se escuchan las voces de dos mujeres que estaban en la escena de los crímenes llamando al 911 para reportar el brutal y sangriento ataque.
Santiago había procreado una hija con su antiguo marido Guillermo Ayala, pero tras romper relaciones con él, se unió a Baumet quizás desconociendo los antecedentes criminales del asesino suicida.
El Sentinel reveló que en la petición de Santiago y Marte para la orden de protección contra Baumet, estas alegaron que estaban temiendo por sus respectivas vidas porque el sujeto las amenazaba frecuentemente con matarlas.
Ayala dijo que había escuchado que Baumet era un sujeto violento y problemático. En las últimas semanas, informó el diario, las dos mujeres habían presentado otra petición a la corte para que la orden de alejamiento fuera cesada (cancelada).
La hija de Santiago vive con el padre.
Josefa Herrera, madre de Marte, le dijo al medio que ella les advirtió a su hija y a Santiago que mantuvieran alejado a Baumet porque el asesino proclama públicamente que las mataría.
La policía no ha confirmado esa versión. González tenía cinco meses de embarazo, pero no se ha aclarado si el feto sobrevivió a los disparos. Un primo de Baumet que rehusó identificarse dijo creer que el asesino suicida tenía problemas mentales.
Santiago explicó en la corte para justificar la orden de alejamiento que recientemente había tenido problemas y fuertes discusiones con Baumet en las que la amenazaba con asesinarla.
Los documentos judiciales revelan que el pasado 5 de octubre, Baumet acudió al salón de belleza golpeando la puerta y amenazó a los dos mujeres con matarlas. Fue después de ese incidente que ambas víctimas regresaron al tribunal para reactivar la disposición de alejamiento que les fueron otorgadas temporalmente.
«Tengo miedo y siento que mi vida está en peligro», escribió Santiago en la petición. También relató que Baumet la maltrataba frecuentemente y la obligaba a sostener relaciones sexuales bajo amenazas de asesinarla.
«No presente la solicitud de inmediato cuando esos incidentes porque me amenazó con matarme si le ponía la orden de protección», añadía la dominicana en la solicitud.
Santiago y Marte aparecen en un video en la red youtube (www.lasdominicanas.com) en el que promocionan los servicios que ofrecían en el salón de belleza situado en un pequeño centro comercial de Casselberry y uno de los más concurridos en el área central de Orlando, con una gran población dominicana.
